Se encuentra paralizada la canalización del Boulevard 9 de Julio

YERBA BUENA

La obra se encuentra paralizada, porque la Nación no está aportando el dinero que le corresponde, en concepto de una contraprestación. La situación inquieta a los vecinos. Además, no está resuelta la desembocadura de ese cuenco con el Canal Sur.

OBRA INCONCLUSA. La imagen muestra el sitio donde quedaron interrumpida la construcción del colector pluvial, paralelo a Boulevard 9 de Julio, que podría evitar inundaciones. la gaceta / foto de héctor peralta

La obra del canal Boulevard 9 de Julio, en Yerba Buena, se encuentra paralizada. Los gobernantes dicen que esa parálisis se remonta a dos o tres meses; los vecinos hablan de más tiempo. Unos más, otros menos, lo cierto es que el Gobierno nacional no aporta el dinero que hace falta para que la constructora prosiga. Y eso tiene inquietos a quiénes viven en las orillas del zanjón.

Entre lo que falta por hacer, sobresale, por su importancia, la salida del boulevard al canal Sur. Actualmente, esa desembocadura tiene la forma y el tamaño de una puerta, más o menos. Debería tratarse, en cambio, de una unión como un codo; y de dimensiones similares al tramo contiguo del canal.

Por eso, en unos días (y si liberan los fondos), se interrumpirá el tránsito en la esquina de Alfredo Guzmán y Boulevard 9 de Julio, a la altura de la salida lateral del centro comercial Easy. Ahí excavarán, desviarán los caños subterráneos de electricidad, cloacas y gas -con los que se han topado- y harán una conexión nueva. El corte podría prolongarse hasta enero.

A Ariel “Chato” Gálvez, eso ni le importa. Para él, el corte de tráfico es una minucia. De hecho, no ve la hora que empiecen con esa tarea. Es que en marzo último -durante las tormentas de verano- su casa se inundó con hasta 70 centímetros de agua. De barro, en realidad. Tuvo que comprar heladera, computadora, colchones y muebles. Perdió fotos de la familia, ropa y otras cosas. Todavía se acuerda de esa vez en que cruzó a nado la avenida, con correntada y con el agua al pecho, para salvar a sus hijos que estaban trepados en una cucheta.

– Esto está abandonado. Jamás me había inundado antes. Ahora vivo en un cuello de botella. ¿Qué están esperando? ¿Quieren que haya un muerto aquí? Lo único que les pido, es que hagan esa apertura. Quiero dormir tranquilo. ¡Cualquiera que sepa un poco de hidráulica se pregunta cómo es posible que hayan empezado de arriba hacia abajo! – exclama. Hace referencia a que la estructura se hizo, primero, en la parte alta. La casa de Galvez está situada en la esquina de Alfredo Guzmán y Boulevard 9 de Julio, donde confluye este canal yerbabuenense con el canal Sur.

Consultado al respecto, el intendente, Mariano Campero, revela que la demora se debe a que -según la empresa- no le pagan desde agosto último. Cuenta también que ha tenido una reunión con los ingenieros a cargo, con el objetivo de apurar la construcción. “Le pedimos al Gobierno nacional, que agilice los pagos para que los trabajos puedan avanzar”, declara.

También el secretario de la Unidad Ejecutora Provincial, el ex legislador Sisto Terán Nougués -que fue quién gestionó el crédito internacional con el que se está haciendo la canalización y el entubamiento de lo que alguna vez fue una zanja- responde: “es cierto; y me preocupa. La remisión de fondos está suspendida”.

Según Terán Nougués, las obras financiadas por organismos internacionales -como es el caso, a través del Banco Interamericano de Desarrollo (BID)- no suelen experimentar retrasos. “El problema es que la Nación, en la suscripción del crédito, tenía la obligación de pagar una contraprestación. Pero como adeuda ese dinero, el BID no envía la plata”, explica.

Luego calcula que, con estos contratiempos, el boulevard podría culminar en mayo de 2016. El plazo de ejecución era diciembre de este año.

El arquitecto Franco Marigliano -secretario de Obras Públicas y Planeamiento Urbano del municipio- confía en que el retraso en el desembolso de los certificados se solucionará cuanto antes, y estima que, así, en 10 días podrían comenzar las tareas referidas a la desembocadura. “La obra tiene un avance de un 75%”, añade.

El ingeniero José Domián -de esa misma Secretaría- suena crítico. Dice que la anterior gestión ha dejado que la contratista hiciera lo que quiso. “Han invertido un montón de millones, y este verano podría haber enormes daños. Aquí, una empresa ha trabajado de manera canallesca y nos ha dejado sin una solución. Es increíble que hayan empezado esta obra aguas arriba”, expresa, en comunión con los dichos de Gálvez, el vecino.

Este diario se puso en contacto con algunos responsables de Supercemento, una Unión Temporal de Empresas (UTE) a la que se le adjudicó el proyecto. Pero se excusaron de efectuar declaraciones. “No estamos autorizados”, dijeron.

La obra del Boulevard 9 de Julio consiste en la construcción de un colector pluvial subterráneo. Comienza en el canal Sur y trepa hasta la avenida Solano Vera. El entubamiento se encuentra casi concluido, excepto por la desembocadura en cuestión.

En fin, han pasado siete meses de las inundaciones del verano anterior. En muchos rincones del distrito, los daños siguen a la vista. Y donde la postal podría ser distinta, los vecinos piden prisa. Sienten que tienen el agua al cuello.

Crónica de lo que era sólo un zanjón

La historia de esta obra empezó a escribirse hace nueve años. En 2006, durante el final de la intendencia de Roberto Martínez Zavalía, se aprobó el denominado Plan Director de Drenaje Pluvial Urbano de Yerba Buena, cuyo objetivo es que las acciones destinadas al manejo de las aguas de lluvias estén enmarcadas en una normativa común.

En el proyecto, se definió que el Boulevard 9 de Julio debía ser el cuerpo receptor del sistema pluvial de gran parte de la ciudad, y que, para ello, había que reemplazar el viejo zanjón por un canal revestido de hormigón, que es lo que se está haciendo ahora.

El responsable técnico, ingeniero Claudio Bravo, dijo durante una audiencia pública que con la obra se iban a solucionar los anegamientos en la avenida Aconquija, especialmente en la zona central. Es que, si funciona como lo imaginaron, este ducto captará los excesos pluviales generados en las cuencas de aporte y los conducirá hasta su desembocadura, en el canal Sur.

Entre 2009 y 2013, el ex intendente Daniel Toledo y el ex legislador Sisto Terán Nougués hicieron gestiones ante el Ministerio de Planificación Federal de la Nación. Al cabo, esa cartera les dio el visto bueno. Entonces, se obtuvo financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), se hizo un llamado a licitación y se le adjudicó la tarea -por más de $ 160 millones- a una Unión Temporal de Empresas, conformada por Ingeco, Supercemento y Perales Aguiar SA. Se suponía que el boulevard debía estar terminado a fin de año, según los plazos de ejecución.

Faltan sumideros

Hoy, quienes transitan por allí se topan con camiones yendo y viniendo y con calles cortadas. La obra consiste en la construcción de un colector pluvial subterráneo, con cuencos disipadores y desniveles. Ahí dentro descargarán cuatro colectores secundarios, que han sido cimentados en las calles Güemes, Chacho Peñaloza, Rubén Darío y Andrés Villa. Esos colectores arrancan en la avenida Aconquija y finalizan en el boulevard.

Sin embargo -advierte José Domián, de la secretaría de Obras Públicas de la Municipalidad- los orificios aún no han sido conectados. “Llegaron con enormes conductos de hormigón hasta el borde de la Aconquija, pero no ejecutaron las bocas de tormenta de entrada. Por lo tanto, esos ramales están al vicio”, cuestiona.

El actual zanjón Boulevard 9 de Julio atraviesa gran parte de la ciudad, en la zona sur. Comienza en el Camino del Perú y llega hasta la avenida Solano Vera. En total, se extiende por unos 4.000 metros de largo. En sus márgenes viven unas 1.200 personas, de acuerdo con las cifras que manejaban las anteriores autoridades municipales.

Al finalizar el entubado, se reforestará con especies nativas y se pavimentará el Boulevard 9 de Julio, según lo acordado. La calle resultante tendrá, en sus tramos más anchos, nueve metros; en los más angostos, unos siete metros.

RIESGO DE INUNDACIONES.- “La empresa abandonó la obra, de modo irresponsable. Nos han dejado en condiciones más propensas de sufrir una inundación”. (Juan Martín Pérez Pidutti, vecino).

Piden controles.- “Faltan un montón de detalles de limpieza y de terminación. Esperemos que las nuevas autoridades pongan un poco más de control y de orden”. (Mateo Bauzá, ex concejal).

Definición lacónica y lapidaria.- “Plata tirada”. (Máximo Cossio Etchecopar, arquitecto, coautor del Código de Ordenamiento Urbano de Yerba Buena).

Bombean el agua.- “Cada vez que llueve intensamente, los vecinos vemos a los operarios bombear el agua que inunda el canal”. (Gladys del Valle Mansilla, vecina).

Vecino comprensivo.- “Tenían que terminar a fin de año y lo harán unos meses más tarde. Me parece excelente. Si para hacer dos tonteras en mi casa, yo demoro cuatro meses”. (Gerardo Rosciano, vecino).

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