Barrio Donado-Holmberg

Donado-Holmberg, el barrio que crece con vitalidad y nuevos vecinos

Con varios edificios en construcción, la zona, antes abandonada, ganó impulso; sin embargo, todavía persisten algunos inmuebles tomados.

Sólo los ruidos de las obras quiebran la quietud a la hora de la siesta en la intersección de la calle Holmberg y la avenida Olazábal. En esta zona de Villa Urquiza los edificios en construcción se mezclan con las casas bajas tradicionales y algunas viviendas sociales. Aquí, por donde hace algunos años pasaban los cimientos de la AU 3, que pretendía unir la Av. General Paz con el puente Alsina, pero que nunca llegó a concretarse, donde el trazado incompleto había convertido la zona en un asentamiento de emergencia entre viviendas precarias y casas tomadas, surge lentamente el barrio Donado-Holmberg.

En 2009, la Legislatura porteña sancionó la norma que permitió desafectar la zona del trazado de la autopista, lotear los terrenos para ofrecerlos a emprendimientos privados y construir soluciones habitacionales para los vecinos que debieron ser trasladados. Además, proyectó una escuela, un CGP y un parque diseñado por el arquitecto y artista Clorindo Testa. Hoy, algunas de las obras planificadas por el gobierno de la ciudad comenzaron a desarrollarse, pero el mercado inmobiliario privado se movió más rápido y llevó a la zona nuevos vecinos impulsados por la cercanía con barrios de primer nivel como Belgrano y Palermo.

«La zona se volvió muy atractiva para jóvenes profesionales, parejas y familias con hijos chicos, que consideran que allí los valores son más accesibles y las propuestas modernas son las que más los convocan», explicó a LA NACION Gabriela Goldszer, vicepresidenta del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de Buenos Aires (Cucicba) y directora de Ocampo Propiedades. La constructora que encabeza comercializa actualmente Green Haus 1 y 2 (el proyecto más grande de la zona, con media manzana de extensión) y Territorio Entreverdes.

El corredor Donado-Holmberg se extiende a lo largo de 13 manzanas aproximadamente, en las que predominan las construcciones bajas, máximo de cinco plantas. Los proyectos actualmente en construcción van desde monoambientes destinados principalmente al alquiler hasta amplios departamentos de cuatro ambientes. En su mayoría, los edificios poseen piscina, salones de usos múltiples, áreas de juegos para niños, gimnasio, laundry y jardines.

Tanto vecinos históricos como nuevos celebran los cambios, porque consideran que la zona se volvió más segura. «Hace unos 12 o 13 años era imposible transitar por el barrio, era zona liberada», cuenta Juan, quien llegó hace dos años al corazón de Donado-Holmberg. «El barrio cambió mucho en los últimos años. Abren locales todo el tiempo, hay patrulleros dando vueltas las 24 horas», describe.

Aunque admite que aún se registran hechos de inseguridad, éstos son aislados. La cuadra de Virrey del Pino donde vive es una muestra de lo que se ve a lo largo de todo el corredor: edificios nuevos junto a viviendas sociales, casas históricas y algunas usurpadas.

El ministro de Desarrollo Urbano porteño, Franco Moccia, profundiza sobre el tema: «Los vecinos fueron testigos de la reactivación de la zona a nivel social y comercial, generando en ellos un gran interés y una reacción muy positiva. El tránsito mejoró gracias a los pasos bajo nivel, y el paisaje del barrio se benefició gracias a la puesta en valor de los espacios verdes y los nuevos murales que se pintaron en los nuevos complejos de viviendas».

Los cambios impactaron también entre los vecinos históricos, quienes vieron revalorizadas sus propiedades con el desarrollo de la zona. En Olazábal y Donado, Sergio lleva adelante su tintorería con ventanas abiertas de par en par. Llegó al barrio a fines de la década del 60 con su familia y allí sigue. Consultado, describe algunos aspectos positivos de la recuperación.

«El barrio está mucho mejor. Con el tiempo se va a recotizar. Las casas sobre Holmberg no podían abrir la puerta por la inseguridad. Ahora están esperando a que se terminen las construcciones para vender», dice.

Y agrega: «El metro cuadrado en la zona puede llegar a costar actualmente 2700 dólares, entre un 10 y 20% menos que en los barrios aledaños premium. De cualquier forma, a medida que se fue consolidando, fueron subiendo los valores y la perspectiva es al alza».

Fuente: La Nación

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