Asado de obra: una costumbre que ya tiene su concurso

En la Villa Olímpica, tres equipos de trabajadores de las construcciones que se hacen en la Ciudad compitieron por el premio; los obreros del Viaducto San Martín, los ganadores

Hubo tres finalistas en el campeonato.

Todo peatón lo sabe: basta pasar al mediodía por una obra en construcción para sentir el aroma que sale de adentro. Con apenas unos ladrillos y una improvisada parrilla -en algunos casos, hasta una chapa acanalada o una reja en desuso-, los obreros se las arreglan para mantener un rito urbano en sus lugares de trabajo. Por lo general «tiran» a la parrilla vacío, chorizos y tira de asado. «Alguno come con plato», dicen. Sin embargo, la mayoría lo hace parado y directo de la tabla. Todos coinciden en algo: es una ceremonia que ya forma parte del paisaje urbano.

Para reconocer el ritual, el gobierno porteño organizó el campeonato que llamó El Mejor Asado de Obra, que en un principio convocó a nueve grupos de obreros de las principales construcciones públicas que se desarrollan en la ciudad. Se disputaron el premio los tres equipos finalistas: los trabajadores de las edificaciones de la Villa Olímpica, los del Viaducto San Martín y los de la Estación Facultad de Derecho de la línea H.

Y hubo veredicto: los obreros del viaducto son los mejores asadores de la Capital. El equipo que está conformado por Luis «Tola» Paz, Miguel Ángel Díaz Canelo y Cristian David Ayala saltaron de emoción al conocer la noticia. Asaron chinchulines, mollejas, chorizos, morcillas, falda, vacío y bondiola. Paz dijo que comen asado todos los viernes y que, a veces, «sacan una faldita» en medio de la semana. Y mostró orgulloso su pinche de parrilla hecho con hierros de obra.

Los participantes señalaron que, generalmente, es la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), la que les entrega, todos los viernes, la carne que irá a parar a las parrillas improvisadas de las obras.

 

Mundial del asado

El jurado estuvo integrado por Gastón Rivera, jefe asador del restaurante La Cabrera; representantes de la comunidad Locos x el Asado; miembros de la Uocra; los ganadores del campeonato federal de asado; Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno porteño; Felipe Miguel, jefe de Gabinete del GCBA; Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte; Andrés Grippo, director de Comunicación de esa cartera, y vecinos que se sumaron a través de las convocatorias de Participación Ciudadana.

«Con este concurso queremos mostrar dos valores muy importantes en Buenos Aires y en la Argentina: el trabajo y la comida», dijo Moccia, cuya área estuvo a cargo de la organización del concurso. Rodríguez Larreta, alegre por los avances de la obra en la Villa Olímpica, donde se hizo la final del campeonato, destacó: «El trabajo de los argentinos es trabajo de primera calidad».

En noviembre pasado, cuando empezó el concurso participaron nueve equipos de trabajadores de obras públicas porteñas (Paseo del Bajo, Paso Bajo Nivel Balbín, Villa Olímpica, Parque Olímpico, Nueva Illia, Subte H, Puente Lacarra, Arroyo Vega y Viaducto San Martín). Primero, los equipos, en video, se presentaron y contaron sus secretos de asadores. Luego, los vecinos, vía redes sociales, eligieron a sus tres favoritos.

Los ganadores recibieron como premios un cuchillo de asador grabado, invitaciones para comer en La Cabrera y diplomas.

La locación elegida para la final, la Villa Olímpica, no fue al azar. Será el epicentro donde, en octubre próximo, se reunirán jóvenes de entre 15 y 18 años de más de 200 países para participar de los Juegos Olímpicos de la Juventud. «Va a ser la fiesta deportiva más importante de la historia argentina», indicó Moccia.

 

El equipo de los trabajadores del Viaducto San Martín ganaron el campeonato

En todo el diseño de la Villa -un conjunto de 32 edificios y 1200 departamentos- priman los espacios comunes. Una vez pasados los Juegos, en 2019, se venderán los departamentos. «La idea es que el legado de estos Juegos sea también un nuevo barrio para la ciudad, el barrio Olímpico, que va a nacer mezclado desde su inicio con viviendas sociales», agregó.

Florencia Piñero Villar es la directora general de la obra. «La idea básica fue hacer departamentos «vivibles» apuntando al menor costo de mantenimiento posible, y a la vez, sumar superficie verde», señaló. Y agregó: «No se intentó replicar ningún lugar en particular, sino generar tejido urbano con capacidad residencial, con locales en planta baja, con un uso comercial diario donde esté todo lo necesario para vivir, y con apuesta por la calidad».

En este momento ya se encuentran casi terminados los departamentos tal como los pidió la organización olímpica. Las unidades no contarán con cocina porque los atletas compartirán todas las comidas en carpas ubicadas en zonas comunes. Estos artefactos se agregarán pasados los Juegos, en el momento de reacondicionar los departamentos para ponerlos en venta.

Fuente: La Nación

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