Por el ajuste presupuestario, el Gobierno quiere que las provincias financien la construcción de viviendas sociales

El Ejecutivo busca que los programas, por unos $17 mil millones, continúen con fondos que se giran a los gobernadores.

El Presupuesto 2019 tendrá un fuerte ajuste en los gastos de capital para cumplir con la meta de déficit de 1,3 por ciento acordada con el FMI. Y los recortes afectarán a todos. Por eso, el Gobierno busca que las provincias se hagan cargo de los programas de viviendas sociales, que en la actualidad se financian con fondos de la Nación.

Así quedó claro en una reunión que encabezó el martes el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, con representantes de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), según consignaron a TN.com.ar dos fuentes que participaron del encuentro.

Gustavo Weiss, presidente de Camarco, lo dijo sin rodeos: «El Gobierno nacional termina de girar los últimos fondos del Plan Federal de Vivienda, que viene del gobierno anterior, y dijo que lo quiere discontinuar».

La intención del Ejecutivo es que esas partidas presupuestarias sean reemplazadas con recursos que la Nación gira a las provincias de manera automática a través del Fondo Nacional de Vivienda (Fonavi). «La filosofía es que las provincias sean las que construyan las viviendas y ahí entra el Fonavi», dijo una fuente al tanto de las gestiones.

«Estamos trabajando junto con la Secretaría de Vivienda y el Banco Nación para encontrar caminos para el financiamiento. Además, avanzamos en cuestiones que tienen que ver con el uso de los recursos del Fonavi que están o deberían estar destinados a la construcción de viviendas y que en muchas provincias se utilizan para atender otros tipos de gastos”, sostuvo el subsecretario de Coordinación de Obra Pública Federal, Ricardo Delgado.

El Fonavi es un programa histórico por el cual una parte del impuesto a las combustibles se distribuye con la fórmula de la coparticipación. Y si bien inicialmente tenía afectación específica para la construcción de viviendas sociales, una decisión de 2001 del entonces ministro de Economía Domingo Cavallo permitió que esos recursos se utilicen para financiar gastos corrientes. ¿Las consecuencias? En la actualidad, muchas provincias usan ese dinero para pagar salarios y otras erogaciones cotidianas.

 

El reclamo de la administración Cambiemos a las provincias para que el Fonavi vuelva a financiar viviendas no es nuevo. Formó parte del pacto fiscal, que se firmó en noviembre del año pasado, y lo reiteró Frigerio hace unos meses. «Hay provincias que usan los recursos del Fonavi para hacer viviendas, pero otras que, a partir de la crisis de 2001 y de la facilidad que hubo desde ese entonces para destinar los fondos para otras cosas, los destinan a otros gastos y no al objeto para el que fue creado», dijo el ministro a mediados de marzo.

En números gruesos, los recursos del Fonavi podrían reemplazar a los de los programas de vivienda social, según fuentes oficiales. Son unos 17.000 millones de pesos por año, cifra similar a la que el Gobierno destinó a construir casas para los sectores con menos recursos de la población en el Presupuesto 2018. «La discusión tiene que ver con el Presupuesto del año que viene», admitieron en despachos gubernamentales.

Iván Kerr, secretario de Vivienda, afirmó que el Gobierno trabaja «en nuevas alternativas de financiamiento para seguir construyendo nuevos predios», al inaugurar viviendas en San Martín y Santa Rosa, Mendoza, el martes. «Sabemos que la coyuntura económica argentina de estos días nos obliga a repensar los mecanismos para hacer más eficiente el financiamiento de la obra pública», agregó. Y adelantó que, entre otras alternativas, el Gobierno piensa en usar los fondos del Fonavi para «apalancar y financiar» la continuidad de las obras.

Del lado de las provincias, se trataría de un ajuste indirecto, ya que deberían redirigir recursos que muchas de ellas destinan al pago de salarios y otras obligaciones a la obra pública.

El Ejecutivo piensa que el dinero del Fonavi podría multiplicarse mediante esquemas de financiamiento. Al ser un flujo de fondos garantizado por ley, el dinero podría apalancarse por hasta cuatro veces en un banco, según fuentes oficiales. Lo explicó Weiss: «Si el dinero se pone en un fondo fiduciario y se apalanca en el mercado de capitales, está la posibilidad de multiplicarlo», dijo.

Los constructores, sin embargo, están más preocupados por el «mientras tanto». El proceso de creación de los instrumentos financieros para apalancar los fondos del Fonavi puede ser lento, mientras los fondos para financiar viviendas con el presupuesto nacional se agotan.

Según datos del Ministerio de Hacienda y Finanzas, el gasto de capital cayó en el primer semestre 19,9 por ciento interanual. La inversión en vivienda es donde más profunda es la caída. Si entre enero y junio de 2017 el Gobierno gastó $16.584 millones para la construcción de casas, en los primeros seis meses de 2018 la ejecución fue de $8478 millones. La caída es del 48,9 por ciento.

«Hoy, lo que manda es el ajuste fiscal. Lo demás está subordinado a eso. Es la realidad», dijo Weiss.

Fuente: TN

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