Yacyretá: se define una millonaria licitación para ampliar la represa binacional

La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) descalificó a un consorcio liderado por la china Gezhouba. El ganador de la licitación para instalar tres turbinas por 270 MW en Aña Cua se definirá el próximo miércoles entre IMPSA y la alemana Voith.

La Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el organismo binacional que administra el complejo hidroeléctrico homónimo emplazado en la frontera con Paraguay, descalificó ayer al consorcio liderado por las empresas chinas Gezhouba y Habrin Electric Machinery, uno de los tres oferentes que competían por adjudicarse por el suministro del equipamiento electromecánico de una nueva central hidroeléctrica sobre el brazo Aña Cua.

El área de Legales de la EBY interpretó que existía un conflicto de interés e incompatibilidad, porque la UTE contrató como consultor a la firma canadiense Stantec-MWH, que al mismo tiempo asesoró a la EBY en el confeccionamiento del pliego licitatorio. Así las cosas, la compulsa se decidirá entre dos: por un lado, el consorcio Araverá, integrado por IMPSA, la paraguaya CIE y Power China, una de las mayores constructoras del gigante asiático. Del otro, la alemana Voith Hydro, uno de los grandes jugadores del negocio hidroeléctrico a nivel internacional.

La disputará se definirá el próximo miércoles 30 de enero, cuando se abran los sobres 2 con las propuestas económicas por el proyecto, que costará unos US$ 250 millones y contempla la instalación de tres turbinas verticales de tipo Kaplan (cada una con una potencia de 92 megawatt), tres transformadores de 100 MVA y equipos auxiliares. La obra permitirá elevar la capacidad de generación del complejo Yacyretá hasta los 1809 MW; un 9% más que la actual.

A partir de 2016, la EBY empezó a llamar a licitaciones internacionales para actualizar y optimizar la operación de la represa hidroeléctrica. Buscó así dejar atrás la modalidad empleada por la anterior administración, que encabezó Oscar Thomas, que se caracterizó por adjudicar de forma directa obras de reparación y mantenimiento de las turbinas instaladas en Yacyretá.

Reemplazo

Ese año, la entidad binacional lanzó un programa de reemplazo de las 20 turbinas que componen Yacyretá, 14 de las cuales fueron originalmente diseñadas por Voith, a raíz del deterioro en el rendimiento generalizado del complejo por un problema de diseño. La primera compulsa bajo el paraguas de esa iniciativa se resolvió en diciembre de 2016 y enfrentó a Voith con la austríaca Andritz e IMPSA, los tres fabricantes originales en participar del proyecto.

En asociación con CIE, IMPSA, buque insignia histórico del grupo Pescarmona, que hoy es controlado por bancos y acreedores que se quedaron con la mayoría accionaria de la empresa tras la reestructuración de deuda del holding de familia mendocina, se impuso con una oferta de US$ 27 millones para instalar dos turbinas. En segundo lugar quedó Andritz, con una propuesta de US$ 33 millones; la mitad que Voith, que quedó tercero con US$ 65 millones.

“Las nuevas máquinas presentadas por IMPSA, según la evaluación de un consultor independiente contratado por EBY, fueron las que presentaron la tecnología de mayor eficiencia. Esa diferencia, medida en términos de valor de generación, representan un beneficio de unos US$ 20 millones de energía producida durante la vida útil de cada turbina”, señalaron a EconoJournal fuentes de IMPSA, cuyo 65% está hoy en poder de un grupo de entidades financieras y acreedores entre los que figuran el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Export Development Canada y los locales Banco Nación y BICE. El 35% restante sigue en manos de la familia Pescarmona, que hoy no tiene relación con el top managment de la empresa.

Allegados a la alemana Voight afirmaron que el consorcio IMPSA-CIE solicitó un ajuste de precios a fin de que la EBY reconozca mayores costos en el proyecto. Pero desde esa UTE negaron haber pedido alguna actualización.

Puntos encontrados

Los contrapuntos entre los dos actores que pelean por quedarse con el proyecto en Aña Cua vienen desde hace tiempo. En mayo, la EBY abrió una ventana para que los oferentes presentaran comentarios vinculados a las propuestas técnico-económicas de sus competidores. La compañía alemana, que cuenta con el respaldo del gobierno alemán que encabeza Angela Merkel, aprovechó la oportunidad para cuestionar la solvencia patrimonial de IMPSA. Las críticas llegaron en forma de comentarios, dado que el pliego no otorga la posibilidad de impugnar formalmente las ofertas. En rigor, Voith cuestionó que los últimos tres balances presentados por IMPSA no están avalados por un auditor externo, tal como marca la Ley.

El proyecto en Aña Cua elevará la capacidad instalada en Yacyretá hasta los 1809 MW.

Desde IMPSA responden que la fortaleza patrimonial no es una variable en cuestión, dado que el consorcio cuenta el respaldo, como socio solidario, de Power China, que en su balance registra una facturación por más de US$ 12.000 millones al año. “Pero debería existen una carta solidaria de Power China que explicite ese punto”, redoblaron desde Voith. Fuentes cercanas a la EBY zanjaron la discusión. “Para nosotros la cuestión patrimonial no fue un punto de objeción”.

Gestión diplomática

El malestar de los directivos de Voith desembocó en una gestión diplomática con el gobierno argentino. La embajada de Alemania en Buenos Aires se comunicará con la Cancillería para transmitir su preocupación por lo que consideran es un proceso de licitación con múltiples irregularidades.

“En la instancia oportuna de este proceso, como en otros anteriores, hemos hecho saber a EBY observaciones de mucha entidad que en cualquier parte del mundo descalificarían completamente a cualquier candidato. Uno de ellos, el grupo chino Gezhouba, ha sido descalificado. Pero IMPSA, pese a los incumplimientos graves denunciados, no”, advirtió un representante alemán, que adelantó que la próxima semana Voith concretará una nueva presentación administrativa con cuestionamientos para su competidor.

Fuentes cercanas a IMPSA, que presentó una oferta con más del 70% de contenido local (argentino-paraguayo), desestimaron esas acusaciones. Destacaron, por el contrario, que las turbinas del consorcio Araverá permitirán, por su alto nivel de eficiencia, que la EBY registre ingresos adicionales por US$ 45 millones durante la vida útil de Aña Cua. El ganador se conocerá el próximo miércoles, cuando en las oficinas de la EBY se conozcan las propuestas económicas de los dos competidores.

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