Los primeros impactos

El proyecto oficial de nueva metodología del Registro Nacional de Constructores de Obras Públicas genero gran inquietud entre los empresarios de la construcción y preocupación en los constructores medianos, pequeños y del interior del país.

La situación de las empresas grandes de Capital Federal puede ser incómoda pero no grave porque aunque les disminuye su capacidad de obra no los limita en sus expectativas de participar en futuras licitaciones.

El problema grave les surge a las empresas medianas, pequeñas y del interior del país porque con el cercenamiento de Capacidad de Obra que produce el proyecto oficial de nueva metodología les impedirá participar en las futuras licitaciones.

Los informáticos y programadores que idearon este sistema teórico de calificación de empresas, no ensayaron el impacto que causaría sobre empresas reales, simplemente lo trazaron y expusieron.

Debemos destacar que muchos funcionarios que integran hoy la Secretaría de Modernización Administrativa durante 12 años no pudieron, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, crear una metodología propia y por ello se emplea en ese distrito la Capacidad de Obra del Registro Nacional.

Al no poder lograr una metodología coherente y digitalizable optaron por cercenar la existente, le quitaron todos aquellos atributos que no eran digitalizables y así eliminaron “el Concepto”, el “Representante Técnico”, la “Antigüedad”, la “Transferencia» del 30% de una especialidad a otra, eliminaron también las distintas Secciones (Arquitectura, Ingeniería con sus sub secciones, Especialidades), valora por igual a los contratos directos de los subcontratos ya sean públicos o privados…..Llegan así llegan a único número único de Capacidad de Obra sin distinguir las distintas especialidades.

A raíz de la zozobra que generaron los funcionarios intervinientes, hemos recibido numerosas consultas para conocer cuál sería el impacto concreto de la nueva metodología en empresas reales, hemos efectuado 10 cálculos de empresas de las cuales tenemos cabal conocimiento de sus presentaciones ante el registro, omitimos mencionar nombre de los consultantes por cuestiones de reserva profesional.

Exponemos los resultados de cinco casos.

Caso 1

Empresa Mediana – Grande de Capital Federal

Capacidad actual $3.600 Millones.

Capacidad nueva $2080 Millones

Perdida -42%

Queda en posibilidad de seguir licitando.

 

Caso 2

Empresa Mediana Grande Sucursal de Empresa Extranjera.

Capacidad Actual $ 3050 Millones

Capacidad nueva $ 980 Millones.

Perdida -70%

Restando el compromiso de obra que esta ejecutando le queda una capacidad libre menor a $500 millones.

Queda excluida para futuros concursos en los que habitualmente participa.

 

Caso 3

Empresa Constructora Pequeña de Ciudad de Buenos Aires

Capacidad Actual $ 193  Millones

Capacidad nueva $ 110 Millones

Perdida -43%

Restando el compromiso de obra le queda una capacidad libre menor a $52 millones. Queda limitada o excluida para futuros concursos.

 

Caso 4

Empresa Constructora Pequeña del interior del país

Capacidad Actual $ 53  Millones

Capacidad nueva $ 36 Millones

Perdida -32%

Restando el compromiso de obra le queda una capacidad libre menor a $29 millones. Queda limitada o excluida para futuros concursos.

 

Caso 5

Empresa Cooperativa del interior del país

Capacidad Actual $ 249  Millones

Capacidad nueva $ 136 Millones

Perdida -45%

Restando el compromiso de obra le queda una capacidad libre menor a $40 millones. Queda excluida para futuros concursos.

 

Conclusión final.

De aprobarse el proyecto oficial de nueva metodología quedaran limitadas o excluidas las mayores partes de las empresas medianas y pequeñas, y en especial las empresas del interior del país.

Solo podrán sobrevivir las grandes empresas que participan en consorcios y UTEs de gran envergadura.

Es menester agregar que las empresas que poseen grandes capacidades, en muchos casos están involucradas en las causas por defraudación del gobierno anterior y sus excelsas capacidades son producto de esos sobreprecios, por lo cual indirectamente esta metodología castiga a las empresas medianas y pequeñas que no participaron de la mega Corrupción de Estado mientras que dispensa a las empresas sospechas de fraude.

Habría que preguntarse si esto es una impericia o una intencionalidad política de terminar de destruir a las empresas medianas y pequeñas de la construcción, para ampliar la concentración económica en unos pocos.

Es curioso que los funcionarios que fueron incapaces de mejorar la metodología durante 3 años y medio, intenten desmantelar el Registro a último momento cuando les queda medio año para culminar su mandato y no saben si perduraran.

Las Empresas, Cámaras Empresarias, Colegios de Profesionales deberían requerir que detengan estas medidas, por lo menos hasta después de las elecciones, porque retrotraer una destrucción semejante será muy dificultoso.

Ing. Miguel Gomez Nieto

 

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