Crece el abandono de la Ruta 22: Hace casi un año que no pagan la luz en Cipolletti

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La empresa que tenía la concesión dejó de pagar las facturas y se cortó el suministro a las luminarias. La falta de mantenimiento incrementó las deformaciones en la cinta asfáltica.

El trayecto en la Ruta 22 entre el ingreso a Isla Jordán y el acceso al puente carretero es una de las vías hacia uno de los principales cruces interprovinciales y ahora es el más oscuro. Circulan por el puente más de 50 mil vehículos por día. Pero la importancia de esta vía no está acompañada de un buen estado en la ruta y en los últimos días se agregó un nuevo riesgo: las luminarias sobre la calzada no funcionan por lo que los automovilistas, peatones y ciclistas andan con total oscuridad cuando no hay luz natural.

El sitio es un riesgo permanente y cuando el sol desaparece, sólo alumbran las luces de los vehículos. Además, las obras de mantenimiento del sector están abandonadas y, después que se acabara la concesión de la empresa CV1, es “un camino de nadie”.

Desde hace unos días no funcionan las luminarias entre el acceso a la Isla Jordán y el ex peaje donde la visibilidad es casi nula en horarios nocturnos o en la madrugada. Se suma que en esta época del año los días son más cortos por lo que antes de las 8 de la mañana y luego a las 19 que son horarios picos en el tránsito no hay luz natural.

 

Los 4,5 kilómetros de abandono

Según pudo averiguar este medio a lo largo de todo ese tramo hay 9 medidores de energía que están desactivados porque la empresa CV1 desde agosto no abonó nada.

A todo esto, la calzada está en muy mal estado y además las líneas de demarcación no están bien definidas en varios de los tramos. La banquina tiene pozos de más de 20 centímetros que genera sectores que parecen un campo minado.

Uno de los sectores más defectuosos y riesgosos está en el cruce con la Isla Jordán donde las cuatro vías presentan un desnivel e incluso se mezcla el camino con la banquina. Es un lugar muy usado por los automovilistas que circulan en dirección Cipolletti-Allen para descender y luego cruzar hacia el otro lado del camino y dirigirse hacia la Ruta Chica.

 

En números

58 millones de pesos es el monto previsto para realizar en el tramo Neuquén- Plottier el microglomerado.

15% menos de rodados señalaron desde el Municipio neuquino que pasan por el puente carretero desde que funciona el Tercer Puente.

 

Los riesgos siguen por la Ruta 22 más allá del cruce Julio Dante Salto donde los vecinos reclaman mejorar la iluminación y la señalética.

 

Incluso este año se registró un hecho fatal. En marzo Sergio Pichipil, organizador del Torneo Don Pedro, perdió la vida en un accidente. Mientras intentaba cruzar la Ruta 22 a la altura de la calle Julio Dante Salto, su auto fue impactado por un camión Ford F4000.

Otro siniestro ocurrió a fines de mayo en el mismo lugar. Allí una camioneta chocó contra un Fiat Mobi, por esquivar una moto que se le atravesó. Producto del impacto uno de los conductores resultó con lesiones leves.

Los vecinos se quejan que el mal estado del camino además de ser un peligro latente estropea, entre otras cosas, el tren delantero y los neumáticos de sus vehículos.

“Tenés que escoger todos los días en que se te rompa el vehículo en algún momento porque está tan mal que vas rebotando con el auto o ir por la Ruta Chica y tardar una hora entre Cipolletti y Allen en horas pico”, expresó una vecina que recorre todos los días ese trayecto.

Desde Vialidad Nacional comunicaron a “Río Negro” que personal del organismo va a trabajar en el sector donde no está en funcionamiento el tendido eléctrico para hacer un diagnóstico de la situación en el corto plazo buscar una solución a lo que consideran un desperfecto técnico.

Incluso por la alta tasa de siniestralidad en las cruces a lo largo de la ruta 22 el intendente de Cipolletti, Aníbal Tortoriello, insiste desde ya hace un tiempo en la necesidad de colocar en algunas intersecciones semáforos. Envió notas a Vialidad Nacional para que autorice a la instalación de semáforos, pero ante la falta de respuesta a su pedido deslizó la posibilidad de colocarlos sin su permiso.

 

La Multitrocha padece la desidia de las dos vialidades

Al otro lado del puente en el tramo que une Neuquén con Plottier la ruta parece un campo recién arado. Después de las tareas de fresado y bacheo la ruta quedó “rastrillada” pero para culminar resta la repavimentación que acumula más postergaciones que avances.

Las idas y vueltas son constante. Ya desde Vialidad Nacional le dijeron a “Río Negro” que se enviaron fondos por lo que en agosto deberían retomarse los trabajos, sin embargo, desde su homónimo provincial comentaron que están a la espera del dinero.

Al estar fresada la calzada toda la señalética horizontal desapareció. Los conductores ya no tienen las líneas de demarcación y peatonales.

“Estamos a la espera de la transferencia de fondos para el microglomerado y ahora se suma las bajas temperaturas que complican los trabajos”, declaró el presidente de Vialidad Provincial, Juan Carlos Schenk, sobre el atraso para culminar la obra.

“Tiene que haber por lo menos 10 grados o más para poder trabajar porque sino no hay buena adherencia de la capa del microglomerado con el pavimento existente”, ahondó Juan Carlos Schenk.

“Esa obra la ejecutamos nosotros y el pago lo envía Vialidad Nacional. Se han demorado los pagos. Tenemos algunos recursos que nos manda provincia para ir apoyando esa obra, pero tuvimos que ir pagando lo que ya está ejecutado (fresado y bacheo) y no pudimos pagar el anticipo financiero a la empresa que va a ser el microglomerado”, expuso Schenk.

Desde Vialidad Nacional se informó que el monto total de toda la obra a octubre de 2018 era de 190 millones de pesos y afirmaron que ya se abonó más de la mitad de los fondos. Dijeron que incluso en mayo se transfirieron 15 millones de pesos para su ejecución por lo que estimaron que en agosto deben retomar los trabajos.

Cuando retomen las tareas el funcionario provincial comunicó que llevarán alrededor de 60 días y que se empezará desde el tramo de Plottier. La firma a cargo de la obra es CN Sapag. “La empresa está con los equipos, con el material procesado, y está para arrancar cuando esté el anticipo financiero”, dijo Schenk.

 

ANÁLISIS*: Una ruta que a nadie parece importar

Las obras en la Ruta Nacional 22 son un dolor de cabeza para los usuarios del Alto Valle. De eso no queda a esta altura ninguna duda. Desde que comenzó la ampliación, hace casi 10 años, los reclamos resuenan como una letanía que no encuentra respuestas. Encima, al problema general se suman los particulares como el caso del tramo que va desde el ingreso a la Isla Jordán hasta la zona del ex peaje. Parece tierra de nadie, quizá lo sea.

Es el cruce más importante entre Neuquén y Río Negro, pero no cumple con las mínimas condiciones de seguridad: el asfalto está en pésimas condiciones, las banquinas se desdibujan, las señales de tránsito son precarias, hay basura y ahora tampoco tiene iluminación lo que pone en peligro no solo a los automovilistas sino particularmente a los ciclistas y peatones que cruzan los puentes para trabajar en una u otra ciudad. Encontrar explicaciones al por qué se llegó a este punto es casi imposible. Los funcionarios de Vialidad Nacional reconocen el problema, pero aseguran que “nadie hablará oficialmente”.

Dentro de las obras generales de la ruta este tramo aún no está diseñado y se especula con que se hará por la barda. Hasta ese momento, que podría demorar años, poco es pedir que los Estados provinciales y Nacional se pongan de acuerdo para mantener en condiciones el cruce interprovincial.

Fuente: Diario Rio Negro

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