Registro Nacional de Constructores: Devastación lograda con éxito

Cuando asumieron las autoridades del período presidencial 2016-2019 existían en el Registro Nacional de Constructores de Obras Publicas aproximadamente 3.000 empresas constructoras inscriptas.

Mediante la Disposición 16/2019  se implementó un sistema digital vía internet, que oportunamente anunciamos que culminaría en un rotundo fracaso.

El resultado de estas practicas de modernización improvisadas, instrumentadas por teóricos del área política sin conocimiento alguno de la obra pública, hicieron que de las 3000 empresas iniciales sólo se encuentren inscriptas, en la actualidad, aproximadamente 500, de las cuales 300  son pequeñas nuevas empresas,  de modo  que podemos aseverar qué de las 3.000 empresas existentes en 2016 sólo se reinscribieron 200, el 6,6 %  del padrón.

Ciertamente que la merma de las empresas interesadas en licitar se vio favorecida por las políticas de Obras Públicas  de dicho gobierno, 2016-2019; que concentró las obras en un reducido grupo de grandes empresas constructoras. Y no se estimulo la participación masiva de empresas menores, sino que se la desalentó con la implementan de un sistema de calificación engorroso y plagado de errores.

Las licitaciones se centralizaron en desmesurados emprendimientos puntuales (muchos de ellos inconclusos) y se abandonaron las obras menores, medianas y de mantenimiento.

Estamos esperanzados qué en un futuro cercano se retomen las obras de menor envergadura y que las empresas medianas y pequeñas encuentren un mercado de negocios atractivos en el área obra pública.  Por ello recomendamos que las empresas se reinscriban prontamente en el Registro Nacional, dado que la gestión  es engorrosa y lenta. Y sería conveniente que las constructoras se encuentren debidamente habilitadas al momento de la publicación de las futuras licitaciones de Obras Públicas, para no perder dichas oportunidades comerciales.

Dado que el nuevo gobierno debe afrontar compromiso urgentes de otra naturaleza es posible que no se modifique la metodología de calificación del Registro Nacional en un futuro cercano; por lo cual hay que ajustarse a las normas vigentes que prevén la reinscripcion y una actualización trimestral del expediente digital y que los datos proporcionados se compatibilicen con las declaraciones juradas ante la AFIP.

Se recomienda evitar la autogestión ya que el resultado suele ser adverso y luego de presentar las declaraciones juradas pertinentes es imposible su corrección u optimización.
Por los  grades montos contractuales que se ponen en juego en la obra pública se justifica holgadamente recurrir a Estudios Especializados para estas gestiones, del mismo modo que se lo hace para las declaraciones juradas impositivas ante la AFIP.

Es mal negocio la autogestión de la Capacidad de Obra, del mismo modo que es mal negocio auto declarar los impuestos.

Ing. Miguel A. Gomez Nieto
Director ConstruAr

 

Fuente: ConstruAr

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