Portezuelo: pujas, sospechas y postergaciones con la «obra del siglo» de Mendoza

Mendoza espera, algún día, poder concretar la megaobra hidroeléctrica, que ahora quedó en el medio de una polémica licitación, que de no mediar nuevas prórrogas, mostrará los sobres el 3 de julio.

Portezuelo del Viento, la «megobra hidroeléctrica del siglo» de Mendoza, que debe construirse sobre las aguas del río Grande, en Malargüe, ingresó en terreno pantanoso, a pesar de contar con los fondos nacionales para arrancar, que en total superan los US$1.000 millones.

Así, mientras sus competidores siembran la sospecha de que está digitada para que la gane el grupo mendocino Impsa, el Gobierno provincial busca despejar dudas y decidió volver a postergar la apertura de sobres, con el objetivo de dar más tiempo y garantizar la «competencia entre todas las pequeñas y grandes compañías así como transparencia», según indicaron a LA NACION fuentes del Ejecutivo local.

Al mismo tiempo, en medio de la polémica, se conoció que despidieron a un funcionario que tenía injerencia en el armado del pliego, aunque su salida, según explican las autoridades, tiene que ver con su incompabilidad, ya que había montado una consultora que asesora a firmas para obra pública y privada, entre ellas, algunas grandes interesadas en el proceso. Lo llamativo es que la advertencia y denuncia sobre esta situación la hizo visible La Pampa, según contaron a este diario fuentes de la vecina provincia, que rechazan el megaproyecto por considerar que se quedarán sin agua.

También, bajo las críticas que llegan desde varias direcciones, el gobernador Rodolfo Suárez salió al cruce de los cuestionamientos de la Cámara Argentina de la Construcción, que había asegurado que las condiciones del pliego dejaban con un pie afuera a las firmas nacionales que representa.

La licitación internacional, luego de postergarse en febrero, con fecha de apertura el 2 de junio, ahora tuvo una nueva fecha de extensión: el 3 de julio. La presión de las empresas, alrededor de 50 compañías, está a la orden del día, mientras se van definiendo las UTEs (Unión Transitoria de Empresas) que se conformarán, lo que mantiene el proceso en máxima tensión, ya que nadie quiere quedarse afuera. En la gobernación se limitan a decir públicamente que «por solicitud de las empresas locales, nacionales e internacionales se extiende el plazo para la presentación de ofertas» y que la prórroga será «por última vez».

«Esta prórroga está destinada a que las empresas mencionadas puedan atender los problemas frecuentes que surgen en la última etapa de preparación de ofertas para obras de esta magnitud. Frente al interés de que participen la mayor cantidad de empresas y UTEs para lograr competencia entre firmas es que el Gobierno decidió establecer como nueva fecha el próximo 3 de julio para la recepción de las propuestas», indicaron desde el Ejecutivo, publicando el nuevo cronograma.

La megaobra hidroeléctrica está prevista realizarse en cinco años y tendrá una potencia instalada de 210 MW. Contará con capacidad para abastecer de energía a 130.000 usuarios, cuatro veces más de lo que genera el dique Potrerillos.La megaobra hidroeléctrica está prevista realizarse en cinco años y tendrá una potencia instalada de 210 MW. Contará con capacidad para abastecer de energía a 130.000 usuarios, cuatro veces más de lo que genera el dique Potrerillos.

En el medio, la puja y los cuestionamientos apuntan principalmente a Impsa, una de las firmas argentinas, con sede en Mendoza, de peso internacional, ya que hay jugadores que consideran que está siendo beneficiada en todo el proceso. En diálogo con LA NACION, una reconocida compañía nacional, aliada a una multinacional alemana, aseguró que la firma metalúrgica, que ya dejó de estar en manos de la familia Pescarmona, corre con ventaja y que el pliego está hecho a su medida. «Hay un mecanismo de evaluación de ofertas que, al solo efecto de compararlas, afecta la oferta de determinados parámetros que «premian» o «castigan» cada oferta y se calcula un nuevo precio evaluado que es el que se usa para comparar. Cada punto de componente nacional que tengas por encima del otro oferente te da 7,5 millones de dólares de ventaja en la evaluación», indicaron desde la competidora, explicando que si un oferente tiene 10% más de «componente nacional» que el otro oferente, su oferta va a ser evaluada como de 75 millones de dólares más baja. «En el caso de Impsa, por ser el único oferente que fabrica turbo-generadores en la Argentina, tiene una ventaja en ese sentido de entre el 10 y el 15% sobre cualquier otro oferente. Esto representa entre 75 y 100 millones de dólares menos en la evaluación. Esto implica que si Impsa presenta una oferta 50 millones de dólares más cara, por ese mecanismo de evaluación, aún sería el adjudicatario del contrato», completaron.

Desde Impsa se mostraron confiados en el proceso y explicaron a LA NACION que el paquete electromecánico es del 20% del contrato y que su incidencia final sobre el total de la megaobra no es determinante. «El pliego establece una preferencia del 2,7% para el paquete electromecánico si produce en Mendoza. Es decir que si una competidora de Impsa subcontrata en Mendoza esa preferencia le aplica también. Esa preferencia se traslada a todo el consorcio. Con base en esta cláusula ha habido malas interpretaciones. Lo cierto es que este pliego pone énfasis en la industria local», indicaron desde la reconocida compañía, que asegura haber firmado acuerdos de subcontratación con las siete principales empresas de metalmecánica de Mendoza, además de avanzar con un consorcio con constructoras locales, a la espera de cerrar con un líder en obra civil, por su calidad técnica y capacidad financiera, que podría ser de China.

«En un contexto como el actual, sabemos que diferentes grupos y empresas están tratando de modificar las reglas del juego o intentar hacer cambios de último momento, nosotros estamos muy conformes con el norte que nos hemos marcado para que Portezuelo del Viento sea una obra ícono para Mendoza y toda la industria de la provincia», señalaron desde Impsa.

La presentación de ofertas será el viernes 3 de julio de 2020, a las 10, mientras que la apertura del sobre N°1, a las 10.30, ambas en la Nave Universitaria. En tanto, la apertura de ofertas técnicas correspondientes a las ofertas básica, alternativa obligatoria, y variantes (si las hubiera), el martes 11 de agosto de 2020, a las 10; la apertura de ofertas económicas correspondientes a las ofertas básica, alternativa obligatoria y ofertas variantes (si las hubiera), el lunes 16 de noviembre, a las 10. El acto de recepción, apertura y lectura de las propuestas se realizará en la Nave Universitaria. «Hay una puja de intereses, presiones y lobby permanente porque nadie quiere perder ni quedarse afuera del negocio, tanto las grandes como las chicas, por eso, en el caso de las constructoras nacionales piden más tiempo para poder llegar a la licitación, ya que muchos no confiaban en que Mendoza tuviera el dinero para la obra, pero difícilmente alcancen. Buscamos que el proyecto quede en manos de un consorcio y que ellos entreguen todo llave en mano, después, entre ellos, que se peleen para cumplir», contaron a LA NACION fuentes oficiales, desde donde reconocieron que Impsa corre con ventaja, por ser, entre otras cosas, una compañía con más posibilidades del derrame local, aunque no descartan que se presenten UTEs «altamente competitivas».

En cuanto al funcionario que salió eyectado del Gobierno provincial, tras las ventilaciones de La Pampa, se trata de Daniel Chicahuala, jefe de Gabinete del Ministerio de Infraestructrua de Mendoza, quien representaba a la provincia en el Coirco (Comité Interjurisdiccional del Río Colorado), integrado además por las jurisdicciones de Buenos Aires, Río Negro y Neuquén. Las sospechas apuntaban a su doble rol, ya que también participó activamente del armado del pliego y abrió una empresa que asesoraba a firmas de la construcción, entre ellas algunas de las grandes candidatas a quedarse con la licitación.

Unas 50 firmas locales, nacionales e internacionales, sobre todo de China, se han interesado en el proceso. Deberán conformar UTEs para poder participar. En este sentido, hay cada vez más presión y pujas para aliarse y no quedarse afuera. Unas 50 firmas locales, nacionales e internacionales, sobre todo de China, se han interesado en el proceso. Deberán conformar UTEs para poder participar. En este sentido, hay cada vez más presión y pujas para aliarse y no quedarse afuera.

Por su parte, sobre el cruce con la Cámara Argentina de la Construcción, el mandatario le respondió que desde hace años se conocen las condiciones técnicas para participar en el megaproyecto y que no se bajarán requisitos, ya que se trata de una obra de alcance mundial, con fuerte impacto en la economía local, pero con nuevas exigencias que se deben respetar y que son públicas desde hace casi un año. De todas maneras, el Ejecutivo provincial decidió postergar un mes más el plazo para que las firmas interesadas que cuestionan el proceso finalmente puedan terminar de completar la documentación necesaria. Aquí también entra en juego la presión entre las empresas más chicas y su llegada a las grandes, para poder aliarse. Pero, lo curioso es que en las últimas horas la delegación local de la entidad avaló la postura del Ejecutivo.

«Para eliminar del todo cualquier restricción para empresas pequeñas que buscarán asociarse o ser incluidas como subcontratistas nominados y, por ende, necesitasen interiorizarse de los detalles del proceso, el pliego pudo y puede consultarse sin costo alguno manteniendo abierta la posibilidad de presentar preguntas o aclaraciones al pliego durante 7 meses. Se recibieron cientos de consultas, sugerencias y pedidos de aclaración que fueron respondidos», indicaron desde el Gobierno.

 

La esperada obra

La megaobra Portezuelo del Viento tendrá un presupuesto de US$1.023 millones y, según proyecta el gobierno provincial, generará oportunidades de trabajo para cientos de pymes y más de 3.500 puestos de empleo directo. Tiene un plazo de ejecución de cinco años y apuesta a lograr una potencia instalada de 210 MW, capaz de abastecer de energía a 130.000 usuarios, cuatro veces más de lo que genera el dique Potrerillos.

El proyecto, que se pensó a mediados del siglo pasado, y que tuvo forma en el 2006 a cambio de los perjuicios provocados por la Promoción Industrial, ya ha pasado por decena de instancias, con idas y vueltas. En 2016, el Gobierno nacional garantizó el financiamiento en Letras del Tesoro, con vencimiento trimestral, además de traspasar toda la obra a la provincia. En ese sentido, Nación ya depositó las primeras tres cuotas; la última la hizo Alberto Fernández días atrás por más de 16 millones de dólares.

Fuente: La Nación

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