El Gasoducto del Noreste también fue saqueado en Formosa

En este informe, un nuevo capítulo del insólito desmantelamiento del GNEA. La odisea de una vecina de General Mosconi revela hasta dónde llegó la indolencia.

Las Lomitas es un municipio de 35.000 habitantes localizado sobre la ruta nacional 81, a 296 kilómetros de la capital formoseña. El intendente, Atilio Basualdo, fue reelecto en 2019 con uno de los sublemas del Frente de Todos. Su hijo de 24 años, Víctor Basualdo, preside el cuerpo legislativo de la localidad que, entre otras perlas, tiene instituido el nombre del actual gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, en una de sus avenidas.

Las Lomitas está convulsionada desde hace algunos días porque el único concejal opositor, el radical Omar Gutiérrez, halló cuatro caños del Gasoducto NEA (GNEA) a metros del complejo polideportivo municipal del barrio La Paz. «Espero que se realicen todas las investigaciones para aclarar el robo de los caños y que la obra se termine de una vez para que dejemos de depender de las garrafas y puedan instalarse pymes que hoy son inviables por falta de gas», manifestó Gutiérrez a El Tribuno, tras aclarar que fue alertado por vecinos sobre los caños que llevaban allí algunos meses. «Estaban a la vista de todos, a pocas cuadras de la ruta 81 y a más de cuatro kilómetros de la línea del gasoducto», precisó el edil, quien denunció inmediatamente el hecho ante el Escuadrón 18 de Gendarmería.

Por la repercusión nacional que tuvo el saqueo sufrido por la obra más cara del país en Salta, la aparición de los caños sacudió a la comunidad lomitense y ganó las portadas de la prensa formoseña.

Incomodado por las noticias y comentarios viralizados en las redes, el intendente Basualdo salió presuroso al cruce de la denuncia. «En todo el tramo de nuestra zona los caños están enterrados. Para que se entienda: están totalmente soldados y bajo tierra, trabajo hecho en esa época por ingenieros de la empresa Techint, a cargo de la obra», manifestó el jefe comunal, tras poner en duda que los caños hallados en un predio público sean del GNEA.

Los caños, sin duda, son del GNEA ¿De qué otra obra podrían ser esos tubos acerados sin costuras, de 24 pulgadas de diámetro, revestidos con las típicas imprimaciones y bandas especiales que complementan la protección catódica de los tubos gasíferos de alta presión? De hecho, los recubrimientos adhesivos de los tubos muestran claras evidencias de su descuidado desenterramiento con retroexcavadoras y grúas.

Hay sobrados indicios y testimonios para sostener que esos caños fueron saqueados en la vecina provincia por la misma organización que desmanteló el GNEA en el norte salteño. En este informe, los lectores de El Tribuno podrán apreciar una fotografía que en junio último motivó un exhorto del fiscal salteño Eduardo Villalba a la Justicia Federal de Formosa. El fiscal general del distrito Salta pidió, concretamente, que fuerzas federales de la vecina provincia inspeccionaran un área del municipio de El Chorro, en la zona de Palmar Largo, donde la banda comandada por el mendocino Adrián Antonio Vera extrajo caños del GNEA y los sacó de Formosa, pese a encontrarse esa provincia blindada ante el avance de la pandemia.

Por fuentes directas, este diario confirmó que Vera, luego de escapar de General Mosconi el pasado 18 de abril, siguió saqueando caños en la zona de El Chorro con una numerosa cuadrilla clandestina y una camioneta Toyota que se llevó del norte salteño.

El prófugo, pieza clave de la organización ilícita que se esconde tras el descomunal saqueo de caños del Estado nacional, había alquilado esa camioneta a Victorina Garrido, propietaria de un conocido parador de General Mosconi, quien protagonizó una odisea de película, en los últimos cuatro meses, intentando recuperar la 4×4.

Vicky, como la conocen todos en Mosconi, aportó en mayo a la Brigada de Investigaciones y la Fiscalía Penal 1 de Tartagal datos precisos que le confiaron trabajadores estafados por Vera. Sin respuestas, intentó recuperar la camioneta por su cuenta, pero un retén de seguridad formoseño le cortó el paso en las cercanías de El Chorro, por lo que regresó a Mosconi masticando rabia e impotencia.

Días después, camioneros le informaron que laderos de la banda seguían extrayendo caños en el borde fronterizo de Formosa con Rivadavia Banda Norte, sobre la línea de la ruta 81, pero que Vera ya se encontraba en Buenos Aires, saqueando caños cerca de la localidad de Cañuelas. La veracidad de la información quedó confirmada en una foto que el propio Vera compartió en las redes.

En esa imagen Vera se mostró en plena faena delictiva, con un soplete en la mano, junto a la camioneta gris que robó a Garrido sin las patentes. Toda una burla de quien presume de las connivencias institucionales que le aseguraron impunidad absoluta, en al menos seis provincias, desde 2018 a esta parte.

 

En San Justo

Por un camionero, a comienzos de junio, Garrido se enteró de que su camioneta había terminado en Auxilios Beto, un taller de la ciudad bonaerense de San Justo, por motivos que aún esperan esclarecimiento judicial. Ella, también en este caso, aportó inmediatamente los datos a la Brigada y la Fiscalía de Tartagal, pero tampoco se activaron medidas para recuperar el vehículo y capturar al prófugo que enlaza todos los hechos que trascendieron hasta ahora sobre el saqueo del GNEA.

Sin recibir otra respuesta a sus denuncias que la recurrente excusa de la cuarentena sanitaria, Garrido se comunicó por teléfono con el dueño del taller de San Justo y constató, no sin evasivas, la veracidad de los datos que había recibido sobre el paradero de su camioneta.

Con todo esclarecido por la propia víctima del robo, una comisión policial se presentó finalmente en el taller del Gran Buenos Aires para cerrar un desempeño lamentable.

La 4×4 recién fue secuestrada hace algunas semanas atrás y aún permanece retenida en la Comisaría de San Justo, mientras su dueña, impedida de viajar a Buenos Aires por las medidas de aislamiento social, lleva cuatro meses sin su camioneta.

“Estoy indignada. Desde mayo aporté información certera a fuerzas de seguridad y a la Justicia, pero quién sabe por qué razones perdieron tiempo valioso y al menos tres oportunidades concretas de apresar a Vera”, manifestó Garrido a El Tribuno.

A todo esto, en julio, el prófugo mendocino gestionó y obtuvo un permiso de circulación nacional en Quilmes y se sigue moviendo como pez en el agua.

 

La Policía de El Chorro resguardó equipos de la banda

En suelo formoseño el saqueo del GNEA fue frenado por el coronavirus.

La trama del saqueo del GNEA está plagada de pésimos desempeños institucionales. Por los brotes de coronavirus, la banda liderada por Adrián Vera tuvo que abandonar caños saqueados al GNEA en Formosa. Los tubos denunciados por el concejal Omar Gutiérrez en Las Lomitas son una muestra más del alevoso robo que comenzó en 2018 y se perfeccionó con la controvertida resolución municipal 1215, dictada por el intendente de Aguaray, Jorge Prado, el 23 de diciembre de 2019

 

Foto lapidaria

Una de las imágenes que acompañan este informe revela que, en su apresurado retiro de Formosa, la organización dejó un colectivo, un tractor y una grúa horquilla utilizados para saquear el GNEA a resguardo en el destacamento policial de El Chorro. El colectivo que se aprecia en la imagen es una unidad de la línea bonaerense 620, de la empresa Nuevo Ideal, que cubre el servicio regular de La Matanza. Curioso destino el del micro del conurbano bonaerense.

Y más llamativa incluso fue la respuesta al exhorto que el fiscal Eduardo Villalba libró en junio a la Justicia Federal de Formosa para que se inspeccione la línea del GNEA en El Chorro.

Ante el requerimiento, gendarmes formoseños se dirigieron directamente al yacimiento Palmar Largo y consultaron a su encargado sobre las instalaciones que allí tiene la operadora. El entrevistado les informó que los tubos utilizados en ese yacimiento petrolero no superan las 12 pulgadas de diámetro y que no detectaron faltantes. Los gendarmes no mostraron el menor interés en inspeccionar la línea del GNEA en El Chorro -epicentro del saqueo de los caños gasíferos en suelo formoseño- y, según parece, tampoco les llamaron la atención los equipos que la banda dejó al cuidado del destacamento policial del lugar. Otro absurdo que deja traslucir los malos desempeños y las complicidades que subyacen tras el hipermillonario robo sufrido por el Estado nacional y los 3,5 millones de argentinos que siguen sin gas en el este salteño, Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y el norte de Santa Fe.

 

El estado del GNEA

El Gasoducto NEA se proyectó con un presupuesto de 1.282 millones de dólares. Ya se pagaron US$2.000 millones y el gobierno estimó que faltan US$156 millones para terminarlo.

El proyecto tiene 1.508 kilómetros de cañería troncal y otra longitud similar en redes secundarias.

Empezó a construirse en 2014 para dotar de gas natural al este salteño, Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones y el norte de Santa Fe.

El tramo troncal de Salta, de 230 kilómetros, tiene un avance del 54% en las obras.

El tramo troncal Formosa Oeste, de 303 kilómetros, tiene un avance físico del 99%.

El tramo troncal Formosa Este, de 280 kilómetros, presenta un avance del 65%.

Los ramales de Formosa, con un total de 466 kilómetros, tienen un avance del 65% en las obras.

Los ramales de Chaco, con un total de 615 kilómetros, tienen un avance físico del 95% en los trabajos.

El ramal de Salta, que conectaría al GNEA con el gasoducto binacional Juana Azurduy en Campo Durán, es clave para llevar gas desde Bolivia y la Cuenca NOA a la región NEA.

 

Fuente: El tribuno

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