Construcción: los costos en dólares alcanzan niveles récord

El costo de la construcción privada en Argentina ha alcanzado su máximo histórico en dólares, según mediciones del Colegio de Arquitectos y del Centro de Ingenieros de Mendoza. Actualmente, el costo base ronda los 1.100 dólares por metro cuadrado, aunque los desarrolladores del sector indican que, dependiendo de las características constructivas, los valores pueden escalar hasta los 1.400 e incluso 1.800 dólares por metro cuadrado para obras de mayor calidad. Esta situación mantiene frenada la actividad en un mercado donde tanto la construcción como el sector inmobiliario históricamente operan en moneda extranjera.

La inflación sostenida y la falta de actualización en los precios de venta han provocado un desfase entre los costos de construcción y los valores de mercado. Según empresarios del sector, hoy en día es necesario vender las unidades construidas a valores cercanos a los 3.000 dólares por metro cuadrado para cubrir los costos, un precio que la demanda actual no está dispuesta a convalidar. Esto se traduce en un estancamiento de nuevos desarrollos, especialmente en proyectos dirigidos a segmentos medios, dado que la mayor parte de la construcción actual se orienta a sectores de alta gama.

Las dificultades para acceder al crédito hipotecario agravan el panorama. Los referentes sectoriales consideran que 2025 será un año de transición, lejos del repunte esperado a fines de 2024. Mientras tanto, las viviendas usadas resultan más accesibles que las nuevas, profundizando el freno en la construcción privada. El mercado sigue limitado por el bajo poder adquisitivo, la falta de financiamiento y la incertidumbre económica que desalienta inversiones de largo plazo.

A pesar de la reciente flexibilización cambiaria, los costos en dólares no muestran signos de moderarse. La posibilidad de importar bienes de capital e insumos desde mercados más competitivos, como China, se presenta como una estrategia incipiente para mitigar el encarecimiento de los materiales. El ingreso de partes prefabricadas y vehículos usados podría, en el mediano plazo, reducir ciertos costos de obra, aunque se advierte sobre el impacto negativo que esta práctica podría tener sobre la industria nacional.

El sector mantiene expectativas en que la reactivación vendrá de la mano de un acceso más amplio al crédito hipotecario, así como de la ejecución de obra pública prevista en el presupuesto provincial para 2025. Sin embargo, los empresarios coinciden en que, para que la actividad privada despegue, será necesario un contexto macroeconómico más estable, con inflación controlada, mejora en los salarios reales y mayor confianza en el mercado.

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