Alerta en Buenos Aires por el deterioro de rutas tras el freno de la obra pública nacional

La paralización casi total de la obra pública por parte del Gobierno nacional encendió alarmas en la provincia de Buenos Aires, donde autoridades provinciales advierten un deterioro progresivo de la red vial y de obras estratégicas para el desarrollo productivo. La situación, que comenzó a agravarse tras la suspensión de pagos a contratistas en diciembre de 2023, ya se traduce en rutas intransitables, baches generalizados y pérdida de operatividad en sectores rurales clave.

El ministro de Desarrollo Agrario bonaerense, Javier Rodríguez, advirtió que “la falta de mantenimiento no fue visible desde el primer día, pero con el paso de los meses, el panorama es claro: pasto sin cortar, señalización degradada y calzadas inestables. Esto afecta directamente la logística y la seguridad del sector productivo”.

Uno de los casos más sensibles es el de la Cuenca del Salado, donde las obras de readecuación hídrica, esenciales para prevenir inundaciones en más del 50% de la superficie provincial, están completamente frenadas. “Esta es una intervención estructural que lleva más de dos décadas, y que bajo nuestra gestión alcanzó un ritmo récord. Sin embargo, desde diciembre, el Estado nacional cortó el financiamiento y las contratistas detuvieron los trabajos”, señaló Rodríguez. Según el ministro, la última gran lluvia dejó en evidencia el contraste entre las zonas con obras finalizadas y aquellas donde la infraestructura permanece inconclusa.

La falta de inversión no se limita al frente vial. Rodríguez también mencionó la crítica situación del sector pesquero y lácteo: con barcos paralizados por falta de rentabilidad en el puerto y más de 1.000 tambos cerrados en el país en el último año. “Esta crisis afecta a pequeños y medianos productores, que ya no pueden afrontar los costos logísticos ni sostener estructuras productivas en un contexto sin respaldo ni planificación”, afirmó.

Desde el gobierno provincial cuestionan la falta de diálogo del Ministerio de Economía nacional y su centralización de decisiones. Rodríguez subrayó que las áreas productivas carecen de autonomía y que “ni los representantes sectoriales, ni los trabajadores, ni siquiera los gobiernos provinciales logran ser escuchados”. La paralización de la obra pública, concluyó, no es solo un ajuste fiscal: es una política que compromete seriamente el desarrollo y la seguridad productiva de la provincia.

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