Alerta en infraestructura: la construcción advierte por deterioro vial y riesgo energético en Argentina

La Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), a través de su presidente Gustavo Weiss, lanzó una advertencia contundente sobre la crisis de infraestructura que atraviesa Argentina, marcada por años de desinversión y agravada en el último año por el ajuste fiscal. Según Weiss, el deterioro acumulado afecta rutas, obras hídricas y sistemas energéticos, generando riesgos para la seguridad vial, la logística productiva y el suministro eléctrico.
Desde el punto de vista constructivo, el impacto es visible: rutas nacionales y provinciales muestran baches, banquinas colapsadas, falta de señalización y puentes con problemas de movimiento de suelo. Weiss enfatizó que la falta de mantenimiento preventivo lleva a una situación donde ya no alcanza con reparaciones menores, sino que muchas infraestructuras deben ser reconstruidas desde cero, a un costo muy superior. Esto incluye obras viales, hídricas y energéticas.
En el ámbito energético, Weiss advirtió que, si bien el parque de generación mantiene capacidad, las líneas de transmisión y distribución están al límite. La ausencia de nuevas subestaciones y tendidos eléctricos compromete la expansión de sectores como minería, petróleo y gas, así como la estabilidad del suministro a nivel domiciliario e industrial.
El panorama institucional agrava el cuadro. Weiss cuestionó la degradación de Vialidad Nacional a una subsecretaría dentro del Ministerio de Transporte, señalando que esto diluye la planificación estratégica de la red vial, que es interjurisdiccional. Además, alertó sobre la falta de ejecución de los fondos específicos (como los provenientes de impuestos a combustibles) que deberían destinarse exclusivamente a infraestructura.
La paralización de la obra pública, que comenzó a profundizarse desde mediados de 2023, ya dejó un saldo de 120.000 empleos perdidos, afectando a obreros, técnicos e ingenieros. Actualmente, el sector se sostiene parcialmente gracias a proyectos vinculados al petróleo, gas y minería, mientras que las obras públicas nacionales y muchas provinciales están prácticamente detenidas.
Weiss concluyó que, aunque existen líneas de financiamiento internacional, sin una mejora macroeconómica que permita su ejecución, la reactivación del sector permanece bloqueada. El riesgo, advierte, es que Argentina cruce un umbral donde el deterioro estructural afecte no solo la infraestructura, sino también la competitividad productiva y la vida cotidiana de la población.
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