Michael Green impulsa una revolución constructiva: “La madera es el material del futuro para las ciudades sostenibles”

El arquitecto canadiense Michael Green se ha consolidado como una de las principales voces internacionales en el desarrollo de arquitectura sustentable con madera. Su trayectoria combina innovación, diseño y compromiso ambiental, y promueve una transformación profunda en la forma de construir: reemplazar el acero y el hormigón por estructuras de madera de gran escala como estrategia para reducir las emisiones del sector.
El enfoque de Green no es solo técnico. Su vínculo con la madera comenzó en la infancia, cuando su abuelo le enseñó a trabajarla. Hoy, ese material forma el núcleo de sus proyectos y de su visión para el futuro urbano. En sus exposiciones públicas, como sus charlas TED, subraya que la madera genera una conexión emocional con quienes habitan los espacios y, al mismo tiempo, presenta beneficios estructurales y ecológicos únicos. Por ejemplo, un metro cúbico de madera puede almacenar hasta una tonelada de dióxido de carbono, lo que la convierte en un recurso clave frente a la crisis climática.
Desde lo técnico, Green se apoya en sistemas industrializados como el CLT (Cross Laminated Timber) y el GLT (Glue Laminated Timber), dos productos de ingeniería en madera maciza laminada con adhesivos estructurales. Estas tecnologías permiten levantar edificios de hasta 30 pisos con precisión milimétrica, alto rendimiento térmico y menor huella de carbono. Además, al tratarse de paneles prefabricados, los tiempos de obra se reducen considerablemente. Según el arquitecto, el principal obstáculo no es la viabilidad estructural, sino la resistencia cultural: “Lo más difícil no es la ingeniería. El verdadero desafío es cambiar la forma en que pensamos sobre los materiales”, señala.
El crecimiento poblacional global —con una demanda proyectada de más de 3.000 millones de viviendas en las próximas dos décadas— obliga a replantear los sistemas constructivos actuales. Para Green, insistir con materiales altamente emisores como el hormigón o el acero no es sostenible. En cambio, la arquitectura en madera ofrece una respuesta concreta, escalable y alineada con los objetivos de descarbonización.
Aunque la mayoría de los rascacielos actuales aún se construyen con materiales tradicionales, países como Canadá, Noruega, Japón y Australia ya cuentan con normativa que habilita estructuras de madera de media y gran altura, bajo estrictos estándares de seguridad y con herramientas digitales avanzadas para el cálculo estructural. En la Argentina, si bien la implementación del Mass Timber todavía está en fase incipiente, el potencial es significativo: existen recursos forestales, capacidad técnica emergente y una necesidad urgente de soluciones habitacionales sostenibles.
Green lo plantea sin ambigüedades: “Estamos en el inicio de una revolución constructiva. La madera no es una opción alternativa: es una necesidad urgente”. Para el arquitecto, el desafío ya no es tecnológico, sino estratégico: se trata de adoptar una nueva forma de pensar, diseñar y construir las ciudades del siglo XXI.
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