El gasto en obra pública cae a niveles históricos mínimos, mientras se disparan los intereses de deuda

En julio, el gasto de capital de la Administración Pública Nacional registró una caída interanual del 48,9%, ubicándose en niveles mínimos históricos. Según la Asociación Argentina del Presupuesto y las Finanzas Públicas (ASAP), este retroceso se suma a una base ya muy deprimida: en el mismo mes de 2024 la baja había sido del 83,1%, lo que implica que, comparado con julio de 2023, el ajuste alcanza el 91,4%.

En contraste, el pago de intereses de la deuda se disparó un 353% interanual, impulsando un incremento del 5,8% real en el gasto total. Sin ese componente, el gasto primario habría registrado una contracción del 0,6%. También crecieron las transferencias corrientes a provincias (1.232,4%), en gran medida por la baja ejecución del año anterior y el cumplimiento de un fallo a favor de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El informe detalla que, dentro de los gastos corrientes, se registraron fuertes subas en la adquisición de bienes y servicios (52,8%) y en las transferencias a empresas públicas, fondos fiduciarios y otros entes nacionales (34,3%). En cambio, las remuneraciones cayeron 11,3% interanual, y las transferencias al sector privado se redujeron 27,2%, principalmente por la baja de subsidios económicos y la ausencia del complemento previsional de $70.000.

Un análisis de la consultora Analytica confirma la magnitud del ajuste: en los primeros siete meses de 2025, el gasto en obra pública se redujo un 47,7% interanual en términos reales. Las partidas correspondientes a construcciones ejecutadas directamente por la Nación, que representan el 42,4% del total, crecieron 27,5%, mientras que el 57,6% restante —transferencias para obras provinciales, empresas públicas, universidades y otros organismos— se desplomó un 63,3%.

Por función, el mayor peso del gasto de capital se concentró en transporte (69,4%), principalmente en obras de construcción y mantenimiento de rutas nacionales y, en menor medida, en ferrocarriles. Muy por detrás se ubicaron ciencia, tecnología e innovación (13,4%), destacando el financiamiento para la construcción del reactor multipropósito RA-10, y en tercer lugar, obras de agua potable y alcantarillado (6,1%).

El escenario confirma que el recorte en obra pública es uno de los ejes centrales del ajuste fiscal, con impactos directos en la infraestructura nacional, mientras que los compromisos financieros ganan peso creciente en la estructura de gasto del Estado.

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