Infraestructura: limitaciones fiscales y el rol clave del financiamiento privado

El panorama actual de las obras públicas en el país está condicionado por un espacio fiscal reducido, lo que limita la capacidad de iniciar nuevos proyectos con recursos estatales. Según la especialista en infraestructura, Magdalena Perutti, esta situación obliga a priorizar intervenciones y a mantener un rol protagónico del financiamiento privado para sostener el ritmo de inversión.
La ministra de Transporte y Obras Públicas, Lucía Etcheverry, señaló que gran parte del presupuesto 2025 se destina a cubrir pagos postergados de la administración anterior, lo que deja un margen mínimo para obras nuevas. A esta restricción se suman las obligaciones contractuales ya asumidas en el marco de los programas PPP (Participación Público-Privada) y Cremaf (Contratos de Rehabilitación, Mantenimiento y Financiamiento), que implican compromisos de largo plazo.
El ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, advirtió que la presión financiera derivada de estos esquemas obliga a ser más selectivos en la aprobación de proyectos y a buscar modelos que distribuyan riesgos y responsabilidades entre el sector público y el privado.
En este contexto, el avance de obras estratégicas dependerá en buena medida de la capacidad para atraer inversiones privadas, optimizar los recursos disponibles y gestionar de manera eficiente los contratos vigentes. Esto implica no solo mantener las obras en curso, sino también garantizar su mantenimiento y operación, evitando nuevos atrasos que comprometan la calidad y funcionalidad de la infraestructura.
La hoja de ruta para el mediano plazo combina priorización, innovación en el financiamiento y fortalecimiento institucional para generar confianza en inversores y asegurar que, aun con restricciones fiscales, el desarrollo de infraestructura no pierda dinamismo.
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