Un departamento moderno con alma vintage: restauración, diseño y sostenibilidad en una antigua panadería de 1865
Andrea Weber y Robert Ropertz transformaron una antigua panadería de 1865 en Krefeld (Alemania) en un hogar contemporáneo de tres plantas, combinando diseño moderno, restauración artesanal y una cuidada selección de muebles vintage. El proyecto, íntegramente desarrollado por ellos mismos, fusiona el respeto por la historia edilicia con los desafíos actuales de habitabilidad, funcionalidad y sustentabilidad.
Tras adquirir la propiedad en 2018, la pareja dedicó dos años a una renovación integral, incluyendo la reconstrucción de aberturas, instalación eléctrica, techos, nivelación de pisos y un sistema de calefacción completamente nuevo. Uno de los principales logros técnicos fue la incorporación de una calefacción de zócalo invisible, que reemplazó a los antiguos radiadores sin alterar la estética general, mejorando la eficiencia térmica y liberando espacio visual.
A nivel estético, el departamento destaca por una ambientación neutral y texturada, que resalta los muebles y objetos vintage adquiridos, intercambiados o fabricados por los propietarios a lo largo de más de 20 años. La decisión de mantener paredes sin arte colgado, usar acabados en yeso de arcilla restaurado y aplicar materiales como microcemento y encimeras regionales de piedra natural responde a una búsqueda por conservar la identidad del edificio sin resignar modernidad ni confort.
Desde el punto de vista funcional, la vivienda se organiza en tres niveles conectados visual y espacialmente, con zonas abiertas y flexibles. La planta baja alberga una tienda-estudio, el nivel intermedio concentra las áreas sociales, cocina y baño, y la planta superior dispone de dormitorios y acceso a una terraza urbana en la azotea, un valioso espacio al aire libre en pleno centro de la ciudad.
Entre las decisiones constructivas más destacadas se encuentran:
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Uso de materiales recuperados y locales, como el yeso de arcilla original.
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Sistema de calefacción de zócalo, más eficiente y estéticamente discreto.
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Aplicación de pintura selladora con efecto loto en paredes de baño, para mayor durabilidad y resistencia a la humedad.
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Cocina nueva con diseño Ikea personalizado, combinada con una encimera regional de piedra Blaustein.
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Reutilización de muros de ladrillo de clínker y adaptación de estructuras existentes para lograr ambientes amplios y luminosos.
Este proyecto demuestra que un departamento moderno no depende únicamente de materiales nuevos o diseños contemporáneos, sino de la inteligencia artesanal y el cuidado curatorial en la selección de elementos, el respeto por la historia constructiva y la adaptación creativa a la vida familiar actual. Para Weber y Ropertz, cada pieza cuenta una historia, y cada rincón combina estética, funcionalidad y calidez.
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