Peter Zumthor, el arquitecto suizo que diseña casas a partir de su paisaje sonoro
En la trayectoria del arquitecto suizo Peter Zumthor, la arquitectura se entiende menos como un objeto visual y más como una experiencia sensorial completa. Sus espacios se reconocen al cruzar el umbral: no por un estilo específico, sino por la atmósfera que generan. Para él, la clave está en las sensaciones físicas que anteceden a cualquier análisis racional del edificio.
A los 82 años, Zumthor sigue guiándose por un recuerdo doméstico muy preciso: el sonido de su madre en la cocina de la casa familiar. Ese ruido cotidiano, que marcaba el ritmo del hogar, funciona como su referencia inicial. A partir de allí, el arquitecto plantea que un edificio comienza por lo que se oye y por la manera en que esos sonidos estructuran la vida interior de una vivienda o de un espacio público.
Su enfoque se opone a la idea de la arquitectura como mera imagen. Habla de atmósferas que reciben al usuario, lo envuelven y lo orientan. En un entorno saturado de estímulos visuales y digitales, propone depurar lo superfluo para que sólo permanezcan los sonidos que forman parte de la experiencia arquitectónica; el resto es, en sus palabras, “basura”. Esta depuración afecta directamente decisiones de proyecto: volumetría, aperturas, materiales y recorridos.
Zumthor sostiene que el proceso de diseño no arranca en el plano, sino en una reacción física y emocional. Su formación en un taller de carpintería explica la importancia que da al contacto directo con los materiales: los toca, los escucha y deja que revelen sus posibilidades. De ahí su insistencia en que las cosas “deben sonar como se ven”, buscando coherencia entre materia, luz, proporción y sonido.
En sus obras, cada elemento aporta carácter acústico: el paso sobre un suelo de madera, la manera en que un espacio amplio “respira” o el murmullo filtrado desde el exterior. El objetivo no es la perfección formal, sino el bienestar: generar espacios donde el usuario reduce el ritmo, se siente acogido y puede habitar sin interferencias, guiado por una atmósfera discreta en la que incluso un sonido mínimo, casi como aquel de la cocina de su infancia, ordena la experiencia del lugar.
Regístrese en

Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.
Complete sus datos para registrarse.
