Rosario proyecta tranvía de 35 km para unir Villa Gobernador Gálvez y Baigorria

El Gobierno de Santa Fe avanza en el anteproyecto de un sistema de tranvía urbano para Rosario, pensado para enfrentar uno de los principales problemas de la ciudad y su área metropolitana: el tráfico intenso y los tiempos prolongados de viaje. La iniciativa apunta a ordenar la movilidad diaria y a ofrecer un transporte público más previsible entre el sur y el norte del aglomerado.

El esquema preliminar prevé una traza de unos 35 kilómetros que conectará Villa Gobernador Gálvez con Granadero Baigorria, atravesando el centro rosarino. Con una inversión estimada de 500 millones de dólares, el sistema está diseñado para reducir a menos de 10 minutos trayectos que actualmente pueden demandar hasta el triple en horas pico.

Desde el punto de vista constructivo, el proyecto se basa en vías a nivel, sin túneles ni viaductos elevados. El trazado se apoyaría sobre avenidas y espacios públicos existentes, lo que permitiría disminuir la complejidad de obra, los plazos y los costos de infraestructura pesada. Entre las alternativas de ingreso al área central se destaca avenida Ayacucho, considerada como un corredor que podría adaptarse sin necesidad de expropiaciones.

El anteproyecto contempla paradas en nodos urbanos estratégicos: Ex Batallón 121, Museo del Deporte, Distrito Sur, el área universitaria de La Siberia, facultades de Ingeniería y Medicina, Tribunales, el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (HECA) y la Terminal de Ómnibus. De este modo se busca articular el nuevo sistema con polos educativos, judiciales, sanitarios, culturales y de transporte interurbano.

Durante 2026, equipos técnicos de la Provincia, los municipios y el Ente de Coordinación Metropolitana deberán definir la traza definitiva y completar los estudios de factibilidad técnica y económica, en paralelo al análisis de esquemas de financiamiento que incluyen créditos internacionales y participación de empresas operadoras. Se prevé que la tecnología seleccionada permita ejecutar la obra en plazos de entre 18 y 24 meses, con impactos esperados en reducción del uso del automóvil, impulso al turismo ribereño, revalorización de corredores urbanos y generación de empleo en construcción y operación.