Villa Urquiza, Devoto, Saavedra y Mataderos reconfiguran el mapa residencial de la construcción en CABA

Los permisos de obra recientes muestran una reconfiguración del desarrollo inmobiliario en la Ciudad de Buenos Aires. El nuevo mapa de la construcción es más disperso que en la década anterior y evidencia el avance de polos residenciales fuera de los barrios tradicionales.

El corredor norte histórico, encabezado por Palermo, Belgrano y Núñez, extendió su influencia hacia Villa Urquiza, Devoto y Saavedra. Estos barrios, antes de baja densidad, hoy concentran una cantidad creciente de permisos de construcción gracias a la disponibilidad de suelo y a las alturas que admite el Código Urbanístico, lo que facilita edificios de escala intermedia sin desbordar la trama barrial.

Según el relevamiento de la plataforma Terres, en 2025 Villa Urquiza registró 114 permisos y Devoto 98, con incrementos superiores al 150% interanual. Saavedra sumó 69 proyectos y Mataderos alcanzó 48, con un salto del 200% respecto del año anterior. En conjunto, estos distritos absorben una porción cada vez mayor de la nueva superficie edificada, desplazando el peso que históricamente tuvieron las zonas céntricas.

El caso de Mataderos se destaca por la velocidad de expansión: aunque su volumen total aún es menor, la combinación de grandes lotes y valores de suelo competitivos lo posiciona como un nuevo foco de inversión residencial. Para los desarrolladores, estos barrios ofrecen una doble oportunidad: costos de tierra aún accesibles y marcos normativos que permiten aprovechar mejor el potencial edificable.

En contraste, Parque Patricios, Barracas y Nueva Pompeya no logran integrarse al circuito de inversión privada, pese a los incentivos vigentes desde 2023. La ausencia de crédito hipotecario y una demanda residencial más débil sostienen la brecha entre norte/noroeste y sur porteño. Así, los permisos de construcción no solo describen el presente de la actividad, sino que anticipan una Buenos Aires donde el crecimiento se concentra en nuevos polos residenciales y persisten fuertes asimetrías territoriales.