La construcción sigue estancada por el alza de costos en dólares y el freno a la obra pública
A pesar de algunos indicadores positivos durante abril, el sector de la construcción en Argentina continúa mostrando señales de estancamiento estructural, condicionado por el incremento del costo del metro cuadrado en dólares y la virtual paralización de la obra pública. Según el INDEC, en abril se registró una suba del 5,1% intermensual, la mejor desde julio de 2024. Sin embargo, el índice aún se mantiene un 20% por debajo del pico alcanzado en 2023.
En mayo, el panorama volvió a deteriorarse. El Índice Construya, que releva despachos de materiales, cayó un 12,1% mensual, mientras que el consumo de cemento retrocedió un 7,9%, reflejando el enfriamiento de la actividad. Esta dinámica de “recuperaciones efímeras y recaídas persistentes” es destacada por la consultora Empiria, que señala un patrón cíclico sin consolidación.
La encuesta de expectativas empresarias del INDEC revela que el 17,8% de las empresas prevé una caída de la actividad en el próximo trimestre, el valor más alto desde julio de 2024. En tanto, el porcentaje de empresas con expectativas positivas bajó al 14,8%, uno de los registros más bajos del último año.
Uno de los factores clave es el aumento sostenido del costo de construcción en dólares, que se elevó un 84% desde el inicio del actual mandato presidencial y 97% hasta mayo. Esto responde a una combinación de apreciación cambiaria y suba de precios internos, que reduce significativamente los márgenes del sector. Actualmente, el costo directo de construcción representa el 32% del valor del metro cuadrado en pozo, frente al 22% en noviembre de 2023 y al 19% promedio en 2021.
En la Ciudad de Buenos Aires, construir un metro cuadrado cuesta en promedio US$ 918, mientras que el valor promedio del metro cuadrado en pozo alcanza los US$ 2.886. Esta presión sobre la rentabilidad desalienta nuevos proyectos, incluso en un contexto de recuperación del mercado de compraventa.
En abril, las escrituras inmobiliarias marcaron un repunte: en CABA se registraron 5.471 operaciones, el mayor número desde 2018, impulsadas por 1.192 créditos hipotecarios UVA, un +946% interanual. En provincia de Buenos Aires se concretaron 12.158 escrituras, un 60% más que el año anterior. Córdoba, en contraste, mostró una leve baja del 4% interanual.
El financiamiento hipotecario también alcanzó cifras destacadas: en mayo se otorgaron US$ 298 millones en créditos UVA, el mayor monto desde 2018. No obstante, la ilíquidez del sistema y la falta de securitización de carteras hipotecarias limitan el crecimiento. La tasa promedio subió al 6% anual, y la mayoría de los bancos, excepto el Nación, ajustaron al alza sus costos financieros.
En este contexto, el sector espera que las medidas orientadas al uso de “dólares del colchón” para construcción impulsen una reactivación, aunque persisten incertidumbres tributarias y legislativas que demoran su aplicación efectiva.
En paralelo, las obras no residenciales muestran una recuperación moderada desde un nivel bajo, y algunas iniciativas provinciales y proyectos en infraestructura energética amortiguan parcialmente la caída general. Sin embargo, la falta de inversión pública nacional continúa siendo un obstáculo central para el despegue sostenido de la actividad.
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