TGS proyecta inversiones por US$ 4.000 millones para expandir gasoductos y exportar líquidos desde Vaca Muerta

Transportadora de Gas del Sur (TGS) avanza con un ambicioso plan de expansión que contempla obras clave vinculadas a la producción no convencional de Vaca Muerta. Las inversiones estimadas alcanzan los US$ 4.000 millones, sin contar los futuros gasoductos para abastecer plantas flotantes de GNL, que podrían elevar significativamente ese monto.

Entre los proyectos destacados, se encuentra la ampliación del gasoducto Perito Moreno, que busca resolver cuellos de botella críticos en la provisión de gas al mercado interno. La iniciativa, impulsada como propuesta de inversión privada, ya fue licitada por Enarsa y recibirá ofertas el 28 de julio. La obra incluye la incorporación de tres nuevas plantas compresoras que permitirán aumentar la capacidad de transporte en 14 millones de m³/día, de los cuales 12 se destinarán al AMBA y el Litoral, y 2 a Bahía Blanca. Esta ampliación representará un ahorro fiscal estimado de US$ 450 millones anuales y una mejora en la balanza comercial de US$ 700 millones. Si se adjudica este año, podría estar operativa para el invierno de 2027.

Por otro lado, TGS proyecta una planta de procesamiento de líquidos en Tratayén, en el corazón de Vaca Muerta. Aprovechando su infraestructura existente —incluido un gasoducto de 180 km y una planta de acondicionamiento con capacidad actual de 28 MMm³/d—, planea transformarla en una planta de separación de líquidos, con una capacidad final de 43 MMm³/día. Este proceso permitirá extraer y separar propano, butano, gasolina y eventualmente etano, destinados a la exportación a través de un nuevo poliducto de 600 km hasta Bahía Blanca.

La inversión estimada para esta planta ronda los US$ 2.500 millones, pero si se incluye el fraccionamiento de etano, podría elevarse a US$ 3.200 millones. Además, se proyecta que los márgenes de exportación por líquidos podrían generar ingresos de entre US$ 2.250 y US$ 4.000 millones anuales, dependiendo de los volúmenes y precios internacionales.

TGS también manifestó su interés en participar del diseño, construcción y operación de los gasoductos dedicados al GNL, que conectarán la producción de Vaca Muerta con las plantas licuefactoras ubicadas en la costa. La empresa planea hacerlo en asociación con otros actores del sector, especialmente los productores, mediante esquemas de financiamiento compartido.

Según Oscar Sardi, CEO de TGS, el momento es clave para concretar este tipo de desarrollos: “El potencial de Vaca Muerta es enorme, pero necesita infraestructura para convertirse en realidad”. Destacó que el camino hacia la industrialización del gas argentino requiere de estabilidad macroeconómica, seguridad jurídica y coordinación entre el sector público y privado.

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