Construcción en Córdoba 2025: la obra pública tracciona, pero la privada y la industrial siguen paralizadas

El sector de la construcción en Córdoba atraviesa un escenario dispar. Tras un 2024 marcado por la parálisis, este año la reactivación llegó de la mano de la inversión provincial y de Epec, mientras que la obra privada y la construcción industrial continúan en un estado crítico. El panorama fue analizado en la Semana de la Construcción, organizada por la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), que reunió a más de 6.500 asistentes en el Centro de Convenciones Córdoba.
Según los empresarios, mientras a nivel nacional la industria trabaja apenas al 20% de su capacidad instalada, en Córdoba el promedio trepa al 70%. La explicación está en la decisión del gobierno provincial de sostener un plan de obras públicas que incluye circunvalaciones (como la de Río Cuarto), rutas estratégicas, acueductos, cloacas, arquitectura escolar y sanitaria, además de infraestructura eléctrica. Estas inversiones permitieron que ramas como la vial, el saneamiento y la arquitectura alcancen niveles de actividad cercanos al 100%.
Los números del empleo muestran, sin embargo, que la recuperación es parcial. La Uocra Córdoba contabiliza actualmente unos 19 mil trabajadores registrados, tres mil menos que en 2023. La caída responde principalmente al freno de la obra pública nacional (universidades, gasoductos y rutas) y a la retracción de la obra privada. Los créditos inaccesibles y el encarecimiento en dólares de los costos de construcción limitaron la actividad desarrollista, que se sostiene solo en nichos puntuales.
Un contraste lo aporta el sector energético: Epec lleva adelante un plan de inversiones de U$S 260 millones, muy por encima del promedio histórico de U$S 80 a 100 millones anuales. Incluye proyectos solares, de biogás y pequeñas hidroeléctricas, además de estaciones transformadoras y redes de distribución en distintas localidades. Estas obras son hoy el nicho más dinámico de la construcción provincial, con empresas trabajando a plena capacidad.
En paralelo, la obra industrial permanece paralizada. La suba de tasas de interés, la competencia de importaciones y la falta de previsibilidad cambiaria y política congelaron proyectos de envergadura, un dato que preocupa al sector privado, históricamente complementario de la obra pública.
Con un financiamiento mixto —75% con fondos provinciales y 25% con créditos internacionales, en algunos casos con aportes del BID, el Banco Mundial o fondos árabes—, Córdoba apuesta a mantener un promedio de inversión cercano a los U$S 900 millones anuales. Una cifra que la distingue del resto del país y la ubica como una “isla” de actividad en medio de un panorama nacional en retroceso.
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