Casa Libertad: una vivienda sostenible de 80 m² construida por un padre constructor y un hijo arquitecto en Córdoba

En un pequeño pueblo rural de la provincia de Córdoba, una colaboración entre generaciones dio forma a un proyecto que combina tradición, eficiencia y sensibilidad arquitectónica. Casa Libertad, diseñada por Estudio Grao, fue construida mano a mano por un hijo arquitecto y su padre, maestro mayor de obras. El resultado es una vivienda compacta de 80 metros cuadrados, concebida como hogar de retiro para los padres del profesional.

El proyecto parte de una lógica simple: lograr autonomía funcional y eficiencia constructiva con materiales locales, técnicas pasivas y una organización espacial centrada en los patios. La vivienda, de dos plantas, se construye como una caja monolítica cerrada al exterior que se abre hacia adentro, generando ventilación cruzada, control solar y privacidad. Esta lógica remite tanto a la arquitectura vernácula mediterránea como a las casas islámicas y las tipologías rurales del interior argentino.

La estructura incorpora sistemas de climatización pasiva: persianas móviles de madera regulan la incidencia solar, los muros de ladrillo maximizan la inercia térmica y la ventilación natural se potencia con la disposición de patios interiores. El uso de materiales de bajo impacto ambiental, todos disponibles localmente, fue clave para reducir la huella ecológica de la obra, al tiempo que garantizó una ejecución rápida y eficiente.

En su interior, la casa se organiza de forma fluida y sin jerarquías rígidas, con una gran sala social que reúne cocina, comedor y estar, coronada por bóvedas de rasilla que aportan altura y luz natural. El pavimento de terrazo continuo, los muros encalados y el uso reiterado de madera y cerámica artesanal generan una atmósfera cálida, mediterránea y contemporánea a la vez. El color azul intenso en cocina y baño introduce un guiño moderno sin romper con el lenguaje material de la casa.

En términos constructivos, la vivienda destaca por su coherencia estructural, claridad formal y economía de medios. Desde la disposición del mobiliario funcional hasta los cerramientos de ladrillo manual, cada decisión proyectual apunta a una arquitectura accesible, adaptable y profundamente arraigada al lugar.

Casa Libertad es, en definitiva, un ejemplo de cómo la arquitectura puede ser íntima, sostenible y contemporánea sin perder el vínculo con la tradición constructiva y el entorno rural en el que se inserta.

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