Reconfiguración integral de la terminal de ómnibus de Retiro para modernizar el nodo metropolitano

El Ministerio de Economía impulsa un expediente para licitar la terminal de ómnibus de Retiro mediante una iniciativa privada presentada por un consorcio empresario. El proyecto, denominado “Obra de remodelación, transformación, puesta en valor, operación y explotación comercial del centro de transporte de ómnibus de pasajeros de Retiro y sus usos anexos”, apunta a reorganizar y actualizar integralmente uno de los principales nodos de transporte interurbano del país, hoy con serios signos de deterioro edilicio y urbano.

La propuesta fue inscripta en el Registro Nacional de Iniciativas Privadas y prevé una inversión de US$79 millones para refuncionalizar la Estación de Transporte de Ómnibus de Retiro (ETOR). El objetivo declarado es mejorar la experiencia del usuario, optimizar la operación y reforzar la inserción urbana del conjunto, que incluye la terminal, los accesos y usos complementarios como servicios comerciales y logísticos.

El plan contempla una reconfiguración del predio hasta alcanzar 89.112 m² construidos. De ellos, 17.931 m² se destinarán a locales comerciales, 8213 m² a oficinas, 13.365 m² a salas de coworking y espacios VIP, y 28.919 m² a encomiendas, con 50 dársenas específicas para carga y 80 para ómnibus. Además, se prevé un hotel de 8543 m², un centro de convenciones de 1878 m² y la ampliación del estacionamiento cubierto hasta 400 vehículos.

El esquema de obra fija un plazo de 60 meses, organizado en seis períodos anuales con nueve meses de intervención y tres de suspensión por picos de demanda de pasajeros, para minimizar afectaciones operativas. Se propone un plazo de concesión de 30 años y un canon mínimo de $100 millones mensuales, que se definirá en detalle en la licitación.

El uso de la figura de iniciativa privada genera debate en el sector, dado que otorga al proponente una ventaja del 10% en precio y el derecho a igualar la mejor oferta si la diferencia no supera el 15%. El Gobierno mantiene la opción de desestimar este mecanismo y avanzar con una licitación tradicional. El trasfondo es la necesidad de revertir el estado de abandono de la terminal y su entorno inmediato, que incluye instalaciones clausuradas pero aún alquiladas, y ordenar un nodo clave para el transporte metropolitano y nacional.