Licitación Desierta Escuela Puesto San Roque, (Saujil – Catamarca)

«Ninguna empresa se presenta a las licitaciones»

Infraestructura Escolar explicó que las empresas no quieren la obra por el alto costo operativo.

Luego de que volviera a exponerse la realidad de los chicos de la escuela Anexo Nº66 del puesto San Roque, Saujil, en el departamento Pomán, el Ministerio de Educación, a través de la Dirección de Infraestructura informó que se están evaluando alternativas para lograr la concreción del nuevo edificio escolar.

Hace más de dos años se conocía la triste realidad de la Escuela Anexo Nº 66 del puesto San Roque, ubicada ocho kilómetros monte adentro de Saujil, en el departamento Pomán, que funcionaba en un salón hecho con puntales, toldos, plásticos y elementos muy precarios.

De acuerdo con lo informado por la Dirección de Infraestructura desde que se conoció el reclamo, dos años atrás, se llamó a licitación dos veces, pero quedaron desiertas porque las empresas no quieren realizar obras en esa zona porque es alto el costo operativo.

La primera de las licitaciones fue convocada por el Ministerio de Educación y no se presentó nadie, en la segunda oportunidad, se hizo el llamado a través del Plan Nacional de Erradicación de Escuelas Ranchos a través del ministerio de Obras Públicas pero obtuvo el mismo resultado.

«es un tema complejo, el ministerio está al tanto, pero el problema es que ninguna empresa quiere hacerlo porque es una zona muy desfavorable. De todos modos estamos viendo de qué manera podemos comenzar a trabajar, el problema es que hay que empezar de cero porque la escuela no tiene nada y no tenemos presupuesto”.

La escuela, efectivamente, está ubicada monte adentro. Las huellas son de difícil acceso y solo se puede llegar con camionetas acondicionadas. Pero allí reciben educación más de 15 niños y viven familias en condiciones muy pobres, sin servicios básicos y con innumerables necesidades.

Liliana Parra, del grupo de personas solidarias denominado «Juntos a la par”, logró llegar sin embargo dos veces al paraje donde está la escuela. En este marco comentó que «es un puesto olvidado, no somos políticos y lo vemos del lado humano, duele tanta pobreza, tanta necesidad de esta gente. Cuando fuimos la primera vez pensamos que llevábamos una ayuda importante, pero cuando volvimos hace un mes nos dimos con que nada cambió porque la ayuda oficial nunca llegó”.

Liliana explicó que las familias viven de la quema del quebracho (cabrón) y hasta hace un tiempo de la venta de animales, pero la instalación de diferimientos y la cantidad de perros que se trajeron terminó por matar a los animales.

«Algunos tienen pensiones, pero los alimentos y las cosas más urgentes las lleva la maestra. La docente está de lunes a viernes en el paraje y los fines de semana vuelve al pueblo de esa forma cuando regresa puede llevar las cosas que necesita la gente», comentó.

Liliana señaló además que «irrisoriamente les colocaron un inodoro y una pileta pero no tienen agua potable. Los paneles solares no funcionan porque hay que cambiar las baterías, que tiene un costo de más de 15 mil pesos. Las necesidades son muchas, llega el frío y los chicos están en un lugar que se llueve, no tienen las comodidades que necesitan. Muchos libros se perdieron porque se mojan cuando llueve, es una realidad lamentable».

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