Panedile todavía no cobra la obra Interlagos

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«Todavía no cobro lo que me deben de la obra Interlagos»

El exdueño de Panedile, porque se apura en aclarar que la empresa ahora es de sus hijos, protagonista de los últimos años más complejos que vivió la provincia, buscó una entrevista con este diario luego de sentirse molesto por una nota de opinión. A agenda abierta, Hugo Dragonetti habló de los años que lo lanzaron al estrellato sanjuanino, tras haber sido acusado por, supuestamente, haberse quedado con 50 millones de dólares de la construcción de Los Caracoles-Punta Negra, hecho por el que fue sobreseído (ver página 3). También se despegó de las denuncias por presunto pago de sobreprecios que involucran al exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, con obras de Panedile en Santiago del Estero. Por último, se refirió al enfrentamiento con el gobernador Sergio Uñac, luego que su empresa despidiera a 210 empleados de la obra Interlagos. Opinó de Mauricio Macri, de Cristina Fernández, de José Luis Gioja y de Sergio Uñac.

-¿Por qué echó a 200 personas de la obra Interlagos?

-Se dio una situación un poco lamentable, que es que cuando llega el nuevo Gobierno (Nacional) deciden reprogramar las funciones del exministerio de Planificación Federal. Cuando llegamos a diciembre, hacemos certificado de obra y en forma paralela el Gobierno nacional reestructura y divide el Ministerio de Planificación en tres: Transporte, Obra Pública y Energía. Esta repartición, que tenía que certificar los trabajos como los de la Interlagos, que es muy importante, era la que administraba todos los fondos internacionales para obra pública. Y a su vez esa repartición, la dividen en dos: una queda en Obra Pública y la otra pasa a Transporte. Transporte con todo el tema vial. Después de enterarme de eso, yo lo voy a ver al funcionario correspondiente, y el funcionario me dice: ‘Mirá, yo todo lo que sea saneamiento, hidráulica, queda acá en Obra Pública. Todo lo que va a vial va a Transporte, no te lo puedo atender+ y me lo tacha, directamente. Bueno, le digo, y ¿cómo se va a arreglar? Ahí me dice que va a salir un decreto de Macri donde se hace la división y me cuenta que habrá que ir al Ministerio de Transporte, pero en el medio me dicen ‘aguantá’. Yo lo cuento así rápido, pero recién en febrero sale el decreto de Macri, que sale con un error y esa repartición que tenía que dividirse en dos, queda toda en Obra Pública. El titular de la repartición ve el error y deciden sacar un nuevo decreto. Es decir, más tiempo. En el medio, no te atendían. Me decían que no les llamara por eso, porque no voy a hablar de eso, no te puedo escuchar. No tenía comitente, no teníamos a quién dirigirnos. Y ojo, esto le pasaba a todos los que estábamos en este sector. El decreto nuevo tardaba y recién salió en abril. Cuando sale el decreto, todas las empresas se fueron al humo a tratar de solucionar el problema, no hubo rapidez. A mí me debían de varias obras, no solamente del perilago. Se me había juntado una cifra de 400 millones de pesos.

-Esa cifra, ¿era sólo de las obras en San Juan?

-No, de San Juan, sólo era esa obra. Entonces yo vine acá y le dije al Gobernador que ya no daba más. A mí me supera. Y el Gobernador me decía, +bueno pero a mí no me hables de los problemas de allá (por Buenos Aires), hablame sólo de la deuda que tiene San Juan+. Y así llegamos a un momento en el que yo no di más y tuvimos que parar la obra. ¿Cómo la paramos? Nosotros tenemos muy buen diálogo con la UOCRA. La paramos de una forma que sabíamos que la gente se quedaba con plata, porque podíamos suspender a la gente pagándole la quincena y nada más.

-¿Los indemnizaron?

-El sector nuestro tiene un sistema de ahorro, una libreta donde nosotros todos los meses le depositamos plata y el día que se van, se la damos. Eso generalmente le sirve a la gente para ahorro, para arreglar la casa, comprar una moto, un auto. Es como un ahorro que ellos van teniendo, por ejemplo cuando terminemos la obra del Teatro, ellos (los empleados) se van y yo les doy la libreta. Lo que arreglamos con Cabello es: les pagamos la quincena, les liquidamos fin de trabajo, que es aguinaldo, vacaciones y, además, les damos la libreta. Si yo los suspendo no les doy la libreta. Entonces la gente se encontró como con dos meses adentro, no había un problema con la gente. Iban a tener la angustia comprensible de la falta de trabajo, eso sí, pero no se quedaban sin plata.

-Usted dijo recién que tuvo problemas para que le paguen en varias obras incluso de otras provincias, ¿por qué eligió echar gente de San Juan?

-Nosotros paramos cuatro obras. No fue la única obra que paramos. Después de eso, me llama el Gobernador, me llama el ministro de Obras Públicas de San Juan, me llama Cabello, y me piden que busquemos una solución, yo reconozco que el Gobernador y Ortiz Andino fueron a Buenos Aires y hoy la situación cambió en que al menos me firmaron el certificado de obra. Empezó el expediente de pago, no me pagaron todavía. Sigue la deuda, pero por lo menos ya tengo el certificado de obra; sigo sin cobrar.

-Acá se cuestionaba que si bien usted viene trabajando hace mucho tiempo y le ha ido muy bien en San Juan, muchos se preguntaban por qué no ha sido capaz de aguantar un tiempo en función a que hay otras empresas que hasta se sabe que han demorado varios meses. Usted sabe que las demoras para los pagos en la obra pública son normales…

-Pero no era demora en el pago, no tenía proceso de pago, no había en la Nación quién me recibiera la plata, no tenía certificado de obra. A eso hay que agregarle que no teníamos redeterminación de precios, estamos trabajando con precios de octubre del año 2015.

-¿Usted le avisó al Gobernador que iba a echar gente?

-No, con Uñac no hablé. Hablé con el titular de la UOCRA, siempre que se va a hacer algo así se habla con la UOCRA. Y al ministro sí lo llamé.

-¿Y qué dijeron?

-Que no pare. Les dije que no podía, que la cifra me superaba.

-Si aún sigue con demoras, ¿podría volver a echar gente?

-Yo creo que eso ya está, estamos en proceso de pago, yo espero que en los próximos 15 días me paguen.

-¿Se equivocó? ¿Debió esperar para echar a la gente?

-Es muy duro. Siempre cuando tomás una decisión y tenés mucha gente, a veces yo las pienso y las dejo para el día siguiente cuando se trata de la gente. Igual quiero decir que me siento tranquilo. Ayer desde que me bajé del avión hasta que llegué al coche me saludaron tres policías, changarines, todos. Yo me siento apreciado, yo no soy político, pero si vos caminás conmigo entre la gente de mi empresa yo tengo gestos de cariño permanente.

-¿Se siente querido por los sanjuaninos?

-Sí y estoy muy agradecido.

-¿Le pasa lo mismo con los empresarios sanjuaninos?

-Bueno, siempre hay un poco de celos. Conozco la anécdota de cómo nació todo esto, pero…

-¿Hay envidia?

-No, envidia, no, no sé cuál es la palabra. Hay muchos que son amigos míos. Hay muchos empresarios sanjuaninos que fueron socios míos, que hablen ellos…

-Se enojó usted con una nota del diario donde recordamos aquella anécdota de Delia Pappano quién lo tildó de ‘Ladroneti’. ¿Guarda algún resentimiento con ella por ese sobrenombre?

-No, tengo el recuerdo de una persona con una personalidad muy fuerte y luchadora que quería saber la verdad y que tuvo la dignidad cuando lo entendió de escribir que nosotros teníamos razón.

-Hay un fiscal que investiga a De Vido por un supuesto pago de sobreprecios. Una de esas obras que se mencionan, es una hecha por su empresa…

-Primero de todo Panedile no está imputada ni involucrada, ni indagada en la causa, al menos por ahora. Segundo, se mencionan 20 obras, la que mencionaste de Panedile, estoy particularmente orgulloso.

-¿Las llamadas Torres Gemelas?

-Sí, una obra fabulosa, donde trabajan 1.500 personas. Para mí es el centro cívico más importante de la Argentina. Yo me dedico a eso, a estructurar grandes proyectos, ver cómo se pueden trabajar en las financiaciones, cómo se arman los consorcios. Los bancos internacionales requieren calificaciones, requieren calificación del constructor, etc. Con Panedile estamos en grandes proyectos porque le servimos a los bancos. Yo, por ejemplo, voy a hablar la semana que viene en un congreso internacional de infraestructura que se hace en Argentina. Yo soy el único argentino que va a hablar. Y voy a hablar al lado del presidente de la CAF, frente al Presidente del Banco Mundial, del Interamericano.

-Se cuestiona que se han pagado cinco mil dólares el metro cuadrado cuando costaba mil. Parece una obviedad que hubo un sobreprecio…

-No, estos son edificios inteligentes. En la Argentina hay muy pocos. Por ejemplo hay en Puerto Madero, que es el de Consultation. Consultation vende ese edificio a 6.500 dólares el metro cuadrado.

-¿Hoy?

-Sí, hoy.

-Pero esto fue en 2005…

-Eso se vendió a tres mil dólares, no a cinco mil. Esta gente (el denunciante) ya lo aceptó.

-Usted tuvo un llamativo crecimiento de contratos durante la época del kirchnerismo. Es sospechoso…

-La época de mayor crecimiento de la empresa Panedile fue con Alfonsín, fue cuando tuvimos obras más grandes.

-No le pregunté por las obras más grandes, le pregunté por la época de mayor crecimiento…

-No, usted me preguntó cuándo hizo las obras más grandes, y yo le respondo: con los militares y con Alfonsín.

-Qué casualidad que ese crecimiento fue justo cuando vino el kirchnerismo…

-Crecí yo, creció Techint, crecieron todos. La construcción hasta el año pasado era un tren bala. Seguro que dentro de poco tiempo van a decir que crecí mucho con Macri, porque sigo trabajando y en poco tiempo más voy a firmar un contrato en Rusia por 1.500 millones de dólares.

-¿Qué tiene que ver usted con De Vido?

-Nada. Eso se difundió en una nota y no salió nunca más porque hablé con el periodista y se aclaró todo. No sólo no tengo nada que ver, si no que no tengo el teléfono, mirá que soy uno de los empresarios más grandes del sector. No tengo el teléfono de Julio De Vido. Era pública mi pelea con el segundo de De Vido. No lo conocía a De Vido y sólo lo vi alguna vez en un road show al que fui con Techint en el extranjero, pero en el 2012 o en el 2013. Si usted chequea mi teléfono con el de De Vido, creo que le llamé una vez y a los secretarios privados de él, por los viajes, cuando se hacían los viajes al exterior. No tengo nada en contra de De Vido.

-Usted debe entender que ante tantas sospechas de corrupción, algunos puedan pensar que un empresario que creció tanto en tan poco tiempo, tenga alguna vinculación con los funcionarios que le dieron las obras. Con Gioja, que era o es amigo de De Vido, sí tuvo mucho trato…

-A Gioja sí lo conozco y lo admiro, que es distinto, considero que es un prócer. Quiero aclarar que San Juan no es la provincia donde más trabajo. La provincia donde más trabajo es Santiago del Estero. Mi socio emblemático es Techint.

-¿Alguna vez tuvo que decirle que no a un funcionario que le pidió sobrefacturación en algún hecho de corrupción?

-No, la obra pública no es así.

-Y de las sospechas, ¿qué piensa?

-Todo lo que se está viviendo está manchando a todo el sector. Todo esto que ha pasado en el Sur, y hay que aclarar que este hombre (Lázaro Báez) no era miembro de la Cámara Argentina de la Construcción y que no sé qué es cierto y qué no es cierto, porque no hay que creer todo lo que sale, pero lo cierto es que está ensuciando a todo el sector. Estamos en la picota y estamos mal mencionados y nos parece injusto.

-El sistema de contrataciones, ¿da márgenes para cometer hechos de corrupción?

-Se podría mejorar. Este Gobierno está tomando algunas decisiones interesantes, como por ejemplo que los pliegos no se vendan, que se obtengan por internet. De esa forma uno no sabe ni quiénes intervienen.

 

 

Fuente: Diario de Cuyo

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