Daniel Chain: Terminamos con el favoritismo en las licitaciones

El titular de Obras Públicas asegura que con la publicación de convocatorias en la web y con el no cobro de pliegos, hay récord de oferentes.

Daniel Chain es el funcionario macrista que ocupa el mismo sillón que el recordado José López (sí, el de los bolsos con dólares en el convento) durante el kirchnerismo: la estratégica Secretaría de Obras Públicas de la Nación. Como Cambiemos en su conjunto, asegura ser diferente y no sentirse condicionado por el desempeño de su antecesor.

Chain dice haber terminado con los favoritismos en las licitaciones públicas y reafirma el compromiso de Mauricio Macri de llevar agua potable a la totalidad de los argentinos, aunque admite que, según cómo se termine resolviendo, la modificación de Ganancias puede restarle recursos a su área.

–El propio presidente Macri se quejó en algún momento de que la obra pública no tenía la intensidad que él pretendía. ¿Qué pasó?

–Podríamos haber tenido más ritmo, pero no tuvimos más dinero. Estamos ejecutando todo el presupuesto del que disponíamos. Me hubiera gustado tener más, pero esto es como la casa de uno: quería pintar este año, pero no me alcanzó. No hubo más capacidad económica.

–¿No la hubo de entrada o sobre la marcha hubo que derivar fondos a otras áreas?

–Primero, uno no puede ir por encima del presupuesto que tiene. Estábamos ejecutando todo y seguíamos a ese ritmo, pero en el último trimestre vino la situación social, que nos quitó una parte, para solventar otras necesidades. Hubo una transferencia, en parte, de dinero del presupuesto de obras, lo que nos impidió llegar al ciento por ciento. También es cierto que arrancamos muy bajo al comienzo, analizando qué hacíamos, porque el gobierno anterior dejó la obra pública totalmente parada, y después logramos un buen ritmo de trabajo.

–En los últimos días desde el kirchnerismo salieron a decir que están inaugurando obras de ellos…

– Y claro, ¿qué deberíamos hacer? ¿Empezar todo de nuevo? Lo que estaba bien, lo terminamos. También hubo casos al revés: obras que eran un desastre y las paramos por completo o les dimos de baja.

– Cambiemos denunció un fuerte favoritismo de los K hacia empresarios amigos para la obra pública. ¿Qué están haciendo para ser diferentes en esto?

–Es muy simple. Desde el primer día en que empezamos a licitar, que sólo en mi Secretaría fueron ya 230 licitaciones, se cuelgan las condiciones en la web, no se cobran los pliegos, y cualquiera los baja y se presenta. Así, es infinita la cantidad de ofertas que tenemos. No hay forma de hacer como antes, cuando se hacía una suerte de “invitación” al club de la obra pública. Con la modalidad actual, nadie sabe cuántos oferentes habrá hasta el último día. Pueden ser 10,15,30. Y eso está repercutiendo en mucha cantidad de ofertas y baja de costos por la competencia. Los números lo muestran. Se acabó el favoritismo.

–¿No es demasiado pretencioso el objetivo de dotar al ciento por ciento de la población de agua potable y al 75 por ciento de saneamiento? ¿Lo van a poder cumplir?

–El objetivo es que todas las obras para ese fin estén por lo menos iniciadas en este período de gobierno, por más que su ejecución demande más tiempo. En mi área son mayoría las obras del Plan Nacional de Agua, más la prevención de inundaciones y sumar tierras a la producción, mediante riego.

–Con una economía que no termina de arrancar, ¿cuál es el panorama para 2017?

–Tenemos un presupuesto muy fuerte y ambicioso para obras. Obvio que me hubiera gustado más, para ir más rápido, pero somos parte de un gobierno y hay prioridades. De todas formas, el año que viene vamos a estar inaugurando al menos una obra por día.

–Usted ocupa un cargo que a mucha gente no le decía nada hasta hace poco. Después de lo de José López, ¿se siente más mirado o más controlado? ¿Lo condiciona?

–La verdad que no pienso en eso. Ya estuve ocho años como secretario de Desarrollo Urbano en la ciudad de Buenos Aires. Era una tarea similar a la actual y manejamos el tercer presupuesto más importante del país. Me da mucho asco y pena lo que dejó la gestión anterior. Pero eso es ajeno a mí y a mí equipo. No tengo la impresión de que se me relacione con eso. Sí me condiciona más en mi tarea la dimensión del país, que es enorme y lleno de necesidades, que la comparación con antecesores.

–Al ciudadano de a pie le quedó la imagen de López revoleando bolsos con dólares en un convento. ¿Qué encontró usted en lo administrativo?

–Encontramos un desastre, la nada misma. No entiendo quién tomaba decisiones en semejante caos administrativo y con qué base. ¿Por qué hacían una escuela en tal o cual lugar, si lo decidía el secretario de Obras Públicas, sin injerencia de Educación? Ha sido una gestión de necios. Eso se refleja en todo lo que uno ve. ¿Cómo puede ser que una persona (López) se haya ido de la oficinas en la que estuvo 12 años sin saludar a nadie? No se me cruza en la cabeza algo así.

Descartó una especulación

“Que nos propongamos habilitar una obra diaria no es producto de especulación electoral. Venimos trabajando para eso y será un consecuencia directa. Hacemos cosas para resolver problemas. Si eso tiene efecto político, la gente lo sabrá valorar. Sabemos lo que significa darle agua potable al 20 por ciento de la población que no la tiene. Es como darle 10 años más de vida a la siguiente generación”, señaló Daniel Chain.

 

 

Fuente: La Voz del Interior (Córdoba)

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