La herencia envenenada de Copasa en su obra estrella en Argentina 2.456 millones de dólares

Copasa aún no ha podido tomar el control de la autopista que se adjudicó el año pasado, que lleva aproximadamente un mes sin cobrar peaje por su plaga de baches.

La constructora ourensana Copasa se adjudicó en junio del año pasado su mayor contrato en Argentina. El Gobierno de Mauricio Macri otorgó a la UTE formada por Copasa y tres empresas argentinas (Helport, Panedile y Eleprint) el contrato para la construcción, mantenimiento y explotación de 1.025 kilómetros de dos autopistas por un importe de 2.456 millones de dólares (unos 2.130 millones de euros, al cambio por aquel entonces). Pero, además de las obras de nueva construcción, el consorcio se verá obligado a multiplicar sus esfuerzos para reparar una autopista plagada de baches y que no cobra peajes desde hace casi un mes ante la oleada de quejas de los usuarios.

Se trata de una herencia envenenada que deja la anterior concesionaria de la autopista entre las ciudades de Córdoba y Rosario. Cincovial dejó obras de mantenimiento sin ejecutar que hacen de un tramo de 40 kilómetros de este vial una sucesión de baches, sin que ni ella ni las nuevas concesionarias asuman su reparación, como informa la prensa argentina.

La UTE compuesta por Copasa no cuenta todavía con la autorización para gestionar este tramo. Las dificultades económicas que atraviesa el país argentino (que pidió el rescate al FMI el año pasado) están provocando un retraso en las obras de reacondicionamiento previas a su cesión al consorcio de Copasa de manera que aún ahora -nueve meses después de la adjudicaciónno se ha producido el relevo en la concesión. Mientras tanto, el pavimento sigue sin repararse, desatando la indignación entre sus usuarios, que han compartido numerosos vídeos a través de las redes para denunciar la precaria situación de una carretera por la que, además, tendrían que pagar por circular.

 

Una columna para vertebrar Argentina

El consorcio formado por Copasa se adjudicó el año pasado la concesión de la autopista que une las ciudades de Campana y Rosario (389 kilómetros) y las de Córdoba y Rosario (635 kilómetros) por un periodo de 15 años. Son dos de los seis corredores que el Gobierno de Mauricio Macri licitó el año pasado bajo un presupuesto cercano a los 6.000 millones de euros con el objetivo de tejer una red de infraestructuras capaces de vertebrar el país.

Se da la circunstancia que Copasa, Helport, Panedile y Eleprint tomaban el relevo del propio primo de Macri en la gestión de la autopista entre Córdoba y Rosario. En concreto, Cincovial, la antigua concesionaria, formaba parte del Grupo ODS, un hólding empresarial presidido por Angelo Calcaterra, hijo de la tía de Mauricio Macri, que vendió su grupo al empresario Marcelo Mindlin en marzo de 2017, cuando su primo afrontaba su segundo año de mandato.

Fuente: ED Galicia

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