El nuevo subte: la línea E, la más costosa de las inversiones para 2020

El plan integral, valuado en 4.683.877.134 millones de pesos, busca poner en valor uno de los servicios más cuestionados por los usuarios.

Apoco más de un mes para renovar el calendario y recibir a 2020, avanzan en la ciudad proyectos de distintos matices que buscan mejorar el servicio que presta actualmente el subte, mientras se discute la nueva licitación que se hará cargo de operar la amplia red.

Según pudo saber LA NACION, los trabajos para lo que resta de este año y a lo largo del próximo, tendrán como denominadores comunes: ahorrar tiempos de viaje, agilizar conexiones y trasbordos, y ganar confort a bordo.

 

Salir del atraso, el objetivo en la E

Así, casi todas las líneas que recorren Buenos Aires, con excepción de la H (que cubre el trayecto Facultad de Derecho – Hospitales), percibirán cambios durante el periodo mencionado, y los más costosos, por las inversiones que contemplan sus obras, pertenecerán a la E (Retiro – Plaza de los Virreyes en el barrio de Flores), cuyo trazado se extendió en junio pasado y es una de las más cuestionada por los usuarios.

Respecto de ésta última, confirmaron fuentes de Desarrollo Urbano a este medio, las tareas se concentrarán primero en modificar el sistema de aire acondicionado de las estaciones recientemente incorporadas (Retiro, Catalinas y Correo Central), en la antesala del verano. Más adelante, el plan, valuado en 4.683.877.134 millones de pesos, incluirá la renovación de vías con el fin de aumentar la frecuencia, y optimizaciones en la alimentación eléctrica y el señalamiento en todo el recorrido.

 

Más frecuencia, andenes amplios y ventilación

Otra de las novedades sustanciales que traerá la transformación pensada para el subte es la instalación del sistema CBTC en la línea C, que ayudará a que las formaciones puedan acercarse de forma segura y con mayor regularidad entre sí.

Entre diciembre y marzo, las líneas A y B encararán obras de potencia y de adecuación de la alimentación eléctrica, mientras que la D, uno de los servicios con mayor caudal de pasajeros diarios, seguirá con pruebas de largo aliento, como la ampliación del taller de Congreso de Tucumán para mantenimiento y guardado de coches.

Las cabeceras Plaza de Mayo (línea A) y Retiro (línea C) serán foco de atención durante el segundo semestre de 2020. En la primera, los esfuerzos estarán destinados a la ventilación natural, la adecuación de accesos y la extensión de andenes. En la segunda, el nuevo ascensor, los pisos, la pintura y la iluminacion LED buscarán ponerla en valor.

Las estaciones más transitadas por los usuarios para hacer trasbordos subterráneos también se verán beneficiadas. De esta manera, a mitad del año que viene, se sumarán a la construcción del acceso -ya inaugurado- de la calle Sarmiento, iniciativas para incrementar la circulación en Diagonal Norte (línea C), con sentido a Retiro, y un estacionamiento exclusivo de motos. También, aunque más a largo plazo, el cronograma impulsará la ampliación de los andenes de 9 de Julio (línea D) y Diagonal Norte, la construcción de otro acceso entre las líneas B y C, y la instalación de un ascensor para Congreso de Tucumán (línea D), salas auxiliares y de ventilación. A su vez, la C y la D harán obras de potencia para que circulen formaciones con aire acondicionado en sus recorridos.

La implementación del conjunto de obras previstas estará íntegramente a cargo del gobierno porteño, confiaron desde la cartera al ser consultados sobre los responsables y los plazos estimados. En paralelo, se discute por estas semanas qué empresa tomará la concesión para operar el subte. Por el momento, la decisión encuentra un abanico de tres competidoras clave: la firma francesa Keolis; RATP, la operadora estatal del metro de París; y Metrovías (la actual prestaria), con mandato prorrogado por la Legislatura porteña y asesorada por las firmas alemanas Siemens y Deusche Bahn.

Un informe realizado por el Laboratorio de Políticas Públicas, especializado en temas de desarrollo urbano y movilidad, señaló en junio de este año que los problemas de infraestructura, como la imposibilidad de utilizar las escaleras mecánicas y los ascensores en las estaciones, representan la principal queja entre los usuarios del subte. Más adelante, figuran las demoras y las interrupciones del servicio.

Fuente: La Nación

Suscripción a

Las noticias más importantes, una vez por semana, sin cargo, en su email.

Complete sus datos para suscribirse.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *