El Gobierno frenó la obra pública, pero tuvo déficit en su primer mes de gestión

El Ministerio de Economía necesita un sendero fiscal «creíble» para allanar la negociación de la deuda. El rojo fiscal en las cuentas públicas de enero fue de casi $91.000 millones.

El Gobierno tuvo déficit en las cuentas públicas en su primer mes de gestión y a pesar de haber aplicado un recorte de 35% en los fondos destinados a obra pública. El aumento del gasto en prestaciones sociales, subsidios y transferencias a provincias provocó que el resultado primario -sin intereses de deuda- sea deficitario en casi $3800 millones.

De acuerdo a información oficial publicada este miércoles por el Ministerio de Economía, el resultado de los ingresos y gastos del Estado empeoró 122%, al comparar el déficit de enero de 2020 con el superávit del mismo mes del año pasado, que había sido de $16.658 millones.

La entrada de fondos al Tesoro avanzó en enero 40,3%, es decir unos 13 puntos porcentuales por debajo de la inflación del último año. La recaudación impositiva, incluso, creció a ritmo de 38,5%, lo que significa unos 15 puntos por debajo de la suba de precios.

Los gastos primarios, por su parte, crecieron 50,6%. El principal gasto del presupuesto público, que es la partida de prestaciones sociales, creció 61,5%, por encima de la inflación. Las erogaciones para pensiones no contributivas creció 92,4% y en el apartado Otros programas sociales, el incremento fue de 467,8%.

Al mismo tiempo, los gastos de capital tuvieron un recorte de 35%. En enero el Gobierno de Alberto Fernández habilitó una partida de $11.481 millones para energía, transporte, educación, vivienda y agua potable y alcantarillado. El mismo mes del año pasado el gasto en estos rubros había sido de $17.730 millones.

El pago de intereses de la deuda creció 13,5%. El mes pasado el Ministerio de Economía pagó $87.052 millones por ese concepto. De esa forma, el déficit fiscal -que contempla esta partida- creció 51,3% hasta los $90.818 millones.

El Gobierno necesita mostrar un sendero fiscal que no incluya una expansión fuerte del gasto público, ya que eso podría complicar la negociación de la deuda. El ministro Martín Guzmán dijo en la Cámara de Diputados que el Gobierno evalúa como plazos para alcanzar el equilibrio fiscal los años 2022 y 2023, algo que dependerá de distintas variables como el ritmo de crecimiento de la economía.

De todas formas, el jefe del Palacio de Hacienda adelantó que no prevé que el déficit primario de este año sea menor al de 2019, que finalizó en torno de 0,5% del Producto Bruto Interno. Una de las formas en que el Gobierno podría asegurarse un ingreso mayor de fondos a sus arcas sería a través de un aumento de los derechos de exportación, que pasarían a ser de 33% para la soja.

 

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Fuente: TN

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