Con el acceso al crédito, el Gobierno lanzará un plan de obras públicas

Buscará resolver problemas de inundaciones, vivienda y agua potable; esperan un fuerte ingreso de capitales tras el fin del veto de EE.UU.

Luego de su paso por Davos y de la luz verde de los Estados Unidos para destrabar créditos de los organismos internacionales, el presidente Mauricio Macri resolvió acelerar un plan de obras públicas, que tendrá como prioridad resolver los problemas de las inundaciones, el hábitat, los ferrocarriles, la vivienda, el suministro de agua y algunos proyectos viales.

Según confiaron a LA NACION altas fuentes del gobierno de Macri, el levantamiento del veto del Tesoro norteamericano para los préstamos de entidades multilaterales a la Argentina liberará a mejor ritmo los envíos que estaban frenados.

«Fue una de las mejores noticias que el Presidente recibió en la cumbre», dijo uno de los principales funcionarios del gobierno macrista.

«Eso permitirá avanzar en muchas obras que estaban paradas, algunos proyectos antiguos y otros nuevos, sobre todo en materia de inundaciones en la provincia de Buenos Aires», detalló uno de los ministros que acompañaron a Macri al Foro Económico Mundial de Davos.

Esas obras se repartirán en el actual Plan Belgrano, que dirige José Cano con el rango de secretario de la jefatura de Gabinete, y en la Secretaría de Obras Públicas, que está en manos de Daniel Chain, dentro del Ministerio del Interior y Obras Públicas.

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Previo a la decisión del Tesoro norteamericano, cuyo secretario Jacob Lew la informó el jueves pasado personalmente en Davos al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, la Argentina recibía sólo un bajo flujo de créditos porque el proceso para la aprobación se trababa frecuentemente en la negativa norteamericana.

«El flujo neto era negativo porque nos daban menos de lo que teníamos que pagar anualmente. A partir de esta decisión el flujo neto va a ser positivo y va a ser de cientos de millones de dólares, aún no está determinado», confió a LA NACION uno de los funcionarios del equipo de Prat-Gay.

Lo que espera el gobierno de Macri, de aquí en más, es que ese proceso se acelere porque el gobierno de los Estados Unidos es un accionista importante del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo y el Fondo Monetario Internacional.

De todos modos, Macri anunció que no quiere tomar crédito del FMI, y ello obedecería a una cuestión política. Pese a las bajas tasas que ofrece, el organismo está desprestigiado en los sectores populares y está identificado con la pérdida de autonomía nacional. Pero sí, en cambio, el Presidente ordenó gestionar financiamiento de la Corporación Andina de Fomento (CAF).

«Esa medida fue una señal muy fuerte hacia los mercados, así como la señal negativa también lo era», señalan en el entorno de Macri para indicar que a partir de ahora se podría facilitar el acceso a los mercados de capitales internacionales para obtener fondos frescos. Pero el objetivo urgente del Gobierno es alcanzar un acuerdo con los holdouts para lograr bajar la tasa de interés sustancialmente.

Según un informe interno del Gobierno al que pudo acceder LA NACION, «encuadrado en los ejes estratégicos se están proyectando inversiones financiadas por organismos multilaterales para continuar fortaleciendo a las provincias del NOA y NEA (Plan Belgrano) en áreas de obras hídricas, vialidad, obras ferroviarias, acceso a la vivienda y urbanización de villas».

También consigna que «estamos trabajando en procurar la infraestructura necesaria para evitar desastres naturales producidos por inundaciones en el Litoral, en la provincia de Buenos Aires y en otras localidades que padecen con frecuencia estos fenómenos».

Dentro de la comitiva que acompañó a Macri consignaron que se gestionan además «líneas de créditos que permitan la construcción y mejoramiento de nuevos centros de atención de primaria de la salud, y en infraestructura productiva (autopistas, puertos, etc.)».

El trabajo agrega que «se encuentran en ejecución programas de suministro de agua y saneamiento» orientados a «mejorar el acceso y la prestación de los servicios de agua potable en distintos distritos provinciales del país con especial foco en el NOA y NEA (incluidos dentro del Plan Belgrano) y provincia de Buenos Aires».

Estos programas, según pudo saber LA NACION, financian principalmente acueductos, plantas depuradoras y extensión de redes de agua potable. Los nuevos créditos vendrían a reforzar estos programas ya existentes. Muchos de estos recursos, por ende serán gestionados en las subsecretarías de Hábitat y Desarrollo Humano, que dirige Marina Klemensiewicz, y de Desarrollo Urbano y Vivienda, que está bajo el control de Iván Kerr.

Según informó el Gobierno, Lew le transmitió a Prat-Gay en Davos que «los Estados Unidos considerarán cada uno de los proyectos argentinos según sus propios méritos».

El veto que pesaba del Tesoro sobre los organismos multilaterales de crédito obedecía a una fuerte presión sobre la Argentina desde 2011 para que pagara sus deudas con los inversores norteamericanos luego de una década de la caída en default de 2001. Eso significaba que los Estados Unidos votaba contra la Argentina en nuevas líneas del Banco Mundial y del BID.

En Washington, según la Casa Rosada, valoraron mucho que Macri hizo algunas reformas clave desde que asumió el 10 de diciembre pasado, como iniciar las conversaciones para resolver el problema de los holdouts por la deuda impaga con fondos norteamericanos.

Además, destacaron que eliminó el control de capitales (cepo) y suprimió o bajó las retenciones agropecuarias.

 

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