$ 75.000 millones en obra pública

El Gobierno planea ejecutar $ 75.000 millones en obra pública en lo que resta del año

Será en proyectos de agua, transporte y energía, luego del parate del primer semestre; creen que ayudará a recuperar parte del empleo perdido en la construcción; dudas de los economistas del sector privado

El Gobierno tiene previsto ejecutar cerca de $ 75.000 millones en proyectos de obra pública antes de fin de año para comenzar a recuperar parte del empleo perdido e intentar dejar atrás la recesión.

La intención es ejecutar entre 15 y 20 mil millones de pesos mensuales en obras de caminos, saneamiento y energía, según comentaron a LA NACION calificadas fuentes oficiales.

Luego de un primer semestre en el que el Gobierno se focalizó en investigar la amplia red de corrupción dominante en el rubro durante el kirchnerismo, ya comenzó el pago de obras y la lenta ejecución del presupuesto, prevista para todo el año en 200.000 millones de pesos.

«La intención es ejecutar entre 15 y 20 mil millones de pesos mensuales en obras de caminos, saneamiento y energía»

Aunque no se llegará a desembolsar todo ese dinero, la intención del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda que conduce Rogelio Frigerio es canalizar hasta fin de diciembre los mencionados 75.000 millones en Vialidad, Aysa, el Ministerio de Energía -para las centrales del Sur- y el soterramiento del tren Sarmiento.

El ambicioso objetivo planteado por la subsecretaría de Coordinación de la Obra Pública Federal, que conduce Ricardo Delgado, es recuperar un 75% de los 60.000 empleos que se perdieron en la construcción en el último año, para arrancar 2017 con una perspectiva positiva.

Además, la obra pública aparece, por la lentitud demostrada por la inversión privada real -cuyo nivel es difícil de precisar por la divergencia de cifras entre los ministerios de Hacienda, de Producción y la agencia nacional de inversiones-, como el salvavidas para que la recesión sea suave este año.

En este sentido, aunque el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay , afirmó que si la Corte Suprema «frena por mucho tiempo la corrección tarifaria, vamos a tener que recortar la obra pública», en el Gobierno esperan para mañana un fallo equilibrado del Alto Tribunal. Esto significaría o que avalen parte del aumento tarifario o que no emiten ninguna resolución.

La reactivación económica

Los economistas consultados por LA NACION coincidieron en señalar que, luego del muy malo segundo trimestre, el tercero está en modo de estancamiento y el último podría mostrar un leve crecimiento.

En este sentido, otra fuente oficial indicó que «hay algunos síntomas de reactivación pero todavía se tienen que confirmar de la mano de la baja de la inflación», que en agosto reflejaría un número inferior al 2 por ciento.

En Casa de Gobierno afirman que «se ve algún leve rebote en los bienes de consumo durable» y creen que el descenso de la inflación y de las tasas de interés colaborarán para que el panorama mejore cerca de fin de año.

«Hay algunos síntomas de reactivación pero todavía se tienen que confirmar de la mano de la baja de la inflación»

El director de Elypsis, Luciano Cohan, dijo a LA NACION que «datos de reactivación todavía no hay, pero en el cuarto trimestre la tendencia se revertirá por la construcción, a partir de la obra pública y la privada, más la venta de electrodomésticos y algo de las exportaciones». Elypsis prevé que el PBI crezca 3,2% en 2017, con una inflación superior al 20 por ciento.

Orlando Ferreres, titular del estudio que lleva su nombre, estimó que este año el PBI caerá 1,1% y que crecerá el 3,7% el próximo. «Hay una situación de estancamiento, sin mucha inversión», sentenció.

En términos sectoriales, detalló, «el campo está muy bien y eso es positivo porque traccionará al resto de la economía y ayudará al presidente Macri a ganar las elecciones del 2017, mientras que el resto de la industria, que depende mucho de Brasil, está en una floja situación, y la obra pública está frenada».

Adrián Ramos, director del Grupo Bapro por Cambiemos, consideró que «este año no se va a percibir ninguna reactivación y, aunque se habla mucho de la obra pública, todavía no se ve nada».

«Además, el aumento del consumo por las jubilaciones no será rápido porque los trámites de pago son complejos, mientras que la inflación va a caer, pero de la mano de una caída brutal de las ventas; si la tendencia en el nivel de actividad se modifica, dudo mucho que se cumplan las metas de inflación», opinó.

Según Ramos, «se han cometido errores y la falta de un ministro de economía sólido dificulta el diseño de una política consistente; eso se ve mucho en la cuestión fiscal»

La directora del estudio Bein, Marina Dal Poggetto, consideró que, dado que «esta es la primera recesión con entrada de capitales que vive el país, la economía va a comenzar a crecer, aunque en forma lenta, porque se está cambiando de un modelo de consumo a uno de inversión».

«Julio fue muy malo pero agosto viene mejor: la inflación se está moderando, mientras que los planes sociales y la jubilación le ganarán hacia adelante a la inflación. A eso se sumará el efecto directo e indirecto del blanqueo, por lo que el año próximo será mejor, con un crecimiento del 5% del PBI», afirmó.

Por su parte, Fide, que lidera la ex presidenta del Banco Central Mercedes Marcó del Pont, consideró que «la recesión derivará en una caída del PBI del 2,7% para este año y un aumento de la tasa de desocupación al 8,5 por ciento».

 

 

Fuente: La Nación

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