El origen del conflicto que demora la realización del reactor CAREM

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Los despidos visibilizaron el fracaso de la negociación que desde hace ya varios meses vienen llevando adelante CNEA y la contratista Tecna, quien tiene a su cargo el armado del Balance de Planta –conjunto de instalaciones complementarias no nucleares de la central.

Hace unos días trabajadores de la UOCRA cortaron la ruta 9 en la localidad de Zarate para denunciar el despido de 130 empleados que estaban a cargo de parte de la obra civil del reactor nuclear CAREM –originalmente, sigla de Central Argentina de Elementos Modulares-, un prototipo íntegramente nacional que podría servir para abastecer energía eléctrica en zonas alejadas de las grandes ciudades que tienen un alto consumo. La protesta visibilizó el fracaso de la negociación que desde hace ya varios meses vienen llevando adelante la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), organismo responsable del proyecto, y la contratista Tecna, lial de la española Isolux Corsán, quien tiene a su cargo el armado del Balance de Planta –conjunto de instalaciones complementarias no nucleares de la central.

Tecna venía reclamando una actualización del contrato firmado en 2016 y como no obtuvo respuesta le indicó a su subcontratista Adecco que se desprendiera de todos los trabajadores asignados al proyecto. El secretario general de la UOCRA seccional Zárate, Julio González, confirmó que entre los despedidos hay 93 de su gremio y otros 37 empleados que ocupaban cargos jerárquicos y administrativos.

Con los trabajadores ya cortando la ruta, el presidente de CNEA, Osvaldo Calzetta Larrieu, distribuyó un comunicado donde confirmó que “debido a problemas financieros propios de la empresa, Tecna solicitó a la CNEA modificar el contrato original para prolongarlo”. “CNEA aceptó sentarse en la mesa a discutir este y el resto de los temas con la empresa, pero Tecna no ha podido presentar aún una garantía que sirva de seguro para la prolongación del plazo del contrato ya aprobada”, agregó Calzetta.

Fuentes cercanas a la empresa dejaron trascender que los costos del proyecto cambiaron de manera significativa luego de la disparada del dólar, situación que les impide seguir adelante. CNEA confirmó que Tecna le solicitó un adelanto financiero que se sumaría a un primer desembolso que el Estado nacional ya realizó al inicio del contrato. “La CNEA tiene la responsabilidad de velar por el uso responsable y criterioso del dinero público y no puede prestarse a estas exigencias sin solicitar garantías de que el contrato será cumplido”, subrayó Calzetta. Además, reconoció que el proyecto tiene una demora de 11 meses y le atribuyó la responsabilidad de ese retardo a Tecna.

El CAREM lleva mucho más tiempo de demora porque la primera fase de construcción estructural de la obra civil de la central comenzó en febrero de 2014. Los 11 meses a los que hace referencia Calzetta surgen en realidad del cronograma acordado con Tecna luego de que en agosto de 2016 se le adjudicó la construcción del Balance de Planta (BOP). Esa tarea incluía la provisión de la ingeniería, componentes y equipos, construcción, montaje y puesta en marcha de los sistemas secundario y terciario completos. Es decir, todos los edificios del BOP, la turbina, el generador, el condensador y toma de agua de río. Además, la firma está a cargo de la ingeniería de detalle de los sistemas relacionados con la seguridad, incluyendo el sistema de inyección de emergencia, el sistema de control químico y de volumen y el sistema de alimentación eléctrica a mecanismos de control de reactividad, entre otras tareas.

Si el conflicto no se destraba, esa parte de la obra debería volver a licitarse y de ese modo la resolución del tema quedaríapara el próximo gobierno.

Fuente: EconoJournal

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