IMPSA en crisis: busca un «rescate»

La empresa mendocina agravó su crisis debido a la pandemia y hay analistas que opinan que incluso su participación en la construcción de Portezuelo del Viento podría peligrar. En la nota, los detalles del pedido de salvataje.

La empresa mendocina  IMPSA, que ahora es controlada por los bancos que eran sus acreedores, no logra salir de la crisis y ahora busca un rescate del Gobierno nacional para poder sostenerse. El pedido de rescate prende una luz roja: IMPSA es la nave insignia de la UTE que postuló para construir la represa Portezuelo del Viento, la obra pública más importante de la historia de Mendoza.

La empresa ya había tenido que prorrogar pagos por un año, pero ahora pidió algún tipo de ayuda al Ministerio de Desarrollo Productivo. Según informaron desde IMPSA a través de un comunicado, «la pandemia no solo afectó las operaciones en su centro tecnológico de Mendoza sino que ralentizó los proyectos en ejecución y alteró la cadena de suministro global de la compañía que ya venía sufriendo los efectos del contexto macro económico mundial poco favorable, las sucesivas crisis del país desde 2018, la total falta de financiamiento de capital de trabajo y la inexistencia de accionistas que puedan aportar el capital necesario».

Por eso la crisis toma carácter casi terminal. El Estado terminó siendo accionista indirecto de la empresa, pues se quedó a cargo de un paquete de acciones a través del BICE y el Banco Nación. IMPSA tuvo un crack porque no pudo hacer frente a sus obligaciones y quedó en manos de los bancos, liderados por el BID.

Ahora IMPSA ha quedado en problemas para cumplir con sus obligaciones, como el reemplazo de las turbinas de Yacyretá y la terminación del reactor CAREM, dos de los principales contratos que tiene la empresa. Ahora postula para hacer Portezuelo

El impacto de la pandemia en sus operaciones en Argentina y en el mundo llevó a la compañía a plantearle al Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación la necesidad de encontrar una solución que le permita superar este momento crítico, asistiendo a la compañía.

Por la situación, el CEO de la empresa, Juan Carlos Fernández, tuvo contactos con  Matías Kulfas con el objeto de proponer y encontrar soluciones a la crisis que está pasando. El diario El Cronista anticipó el tema y la firma mendocina lo confirmó a través de un comunicado.  «, la empresa afirma que mediante una nota con fecha 25 de junio de 2020, el CEO de IMPSA, Juan Carlos Fernández informó al Ministro Matías Kulfas y solicitó la ayuda necesaria para garantizar la continuidad de proyectos nacionales de importancia estratégica para la Argentina tales como el reemplazo de turbinas y generadores de Yacyretá y el desarrollo del reactor nuclear CAREM, ambos sin posibilidad de ser construidos por otra empresa argentina y poder continuar exportando a su mercado internacional», explicaron.

El «salvataje» del Estado que IMPSA necesita es el apoyo oficial para acceder a capital de trabajo, que es lo que complica la realidad actual de la empresa.

“Las deudas de esta firma rondarían los U$S 550 millones, pero en realidad lo que se habló con el Estado no tiene que ver con la consecución de este monto, sino de uno menor para lograr la manera de desarrollar actividades normalmente.”

 

El pedido de salvataje al Estado tiene dos explicaciones: en primer lugar, el alto nivel de deuda hace que sea muy difícil que una entidad bancaria la crea apta para tomar préstamos. En segundo lugar, el Estado es uno de los dueños de IMPSA, a través del Banco Nación, y el Banco Bice; desde que se realizó el fideicomiso tras la grave crisis que la empresa vivió en Brasil.

 

El comunicado de la empresa

Conocido el dato anterior, la empresa envió a las redacciones periodísticas un comunicado con su punto de vista, y dando detalles de la situación, que replicamos a continuación:

De acuerdo al trascendido acerca de la solicitud de ayuda de IMPSA al gobierno nacional, la empresa destaca que el impacto de la pandemia en sus operaciones en Argentina y en el mundo llevó a la compañía a plantearle al Ministro de Desarrollo Productivo de la Nación la necesidad de encontrar una solución que le permita superar este momento crítico, asistiendo a la compañía, de la que ya es parte el Estado a través del Banco Nación y del BICE.

La pandemia no solo afectó las operaciones en su centro tecnológico de Mendoza sino que ralentizó los proyectos en ejecución y alteró la cadena de suministro global de la compañía que ya venía sufriendo los efectos del contexto macro económico mundial poco favorable, las sucesivas crisis del país desde 2018, la total falta de financiamiento de capital de trabajo y la inexistencia de accionistas que puedan aportar el capital necesario.

A través de este comunicado, la empresa afirma que mediante una nota con fecha 25 de junio de 2020, el CEO de IMPSA, Juan Carlos Fernández informó al Ministro Matías Kulfas y solicitó la ayuda necesaria para garantizar la continuidad de proyectos nacionales de importancia estratégica para la Argentina tales como el reemplazo de turbinas y generadores de Yacyretá y el desarrollo del reactor nuclear CAREM, ambos sin posibilidad de ser construidos por otra empresa argentina y poder continuar exportando a su mercado internacional.

La empresa emplea más de 720 personas, contrata a más de 100 PyMES y posee know-how y tecnología de primer nivel mundial desarrollada durante sus más de 100 años de historia, con exportaciones a más de 40 países.

Fuente: MDZ Online

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