Neuquén: Rutas en mal estado

Esta temporada invernal han coincidido dos condiciones que han dejado las rutas y caminos en estado deplorable. Uno de ellos, inmanejable, pero previsible, tiene que ver con la cantidad de precipitaciones que se registraron durante los últimos meses. Sin embargo, el otro, que se ha venido intensificando, tiene que ver con el abandono de las rutas por parte de las direcciones de Vialidad, tanto nacional como provincial.

En estos días, los pozos que se generaron en el tramo más transitado de la Ruta Nacional 40 que recorre el Camino de los 7 Lagos, han alcanzado dimensiones impactantes -en todo sentido-, lo que atenta con el tránsito seguro. Para evitar destrozar los vehículos, los conductores deben reducir bruscamente la velocidad o atravesar los baches por el carril contrario. No hay mucha más descripción que las imágenes que fueron tomadas en distintos lugares.

Lamentablemente, las rutas provinciales no son la excepción, más allá de la medida de fuerza del personal de Vialidad Provincial que comenzó hace un par de días. La 19, en el tramo que pasa por Puente Blanco, ha tenido distintos momentos de intransitabilidad, haciendo que el servicio de transporte urbano no pueda cumplir con el recorrido habitual.

La ruta 62, en su tramo de ripio hasta Villa Quilquihue -Lolog alcanzó una cantidad de pozos, que ha generado que muchos vecinos han optado por reducir la cantidad de viajes diarios quedándose en el centro de la ciudad. Se han publicado videos en los que se puede observar el efecto de los vehículos que transitan diariamente por el lugar. El tramo de asfalto tampoco está mucho mejor y se registraron incidentes viales por falta de mantenimiento desde el inicio de la temporada invernal.

Por su parte, la ruta 48 merece un apartado especial. Desde antes de la pandemia, el tramo entre la rotonda con la Ruta Alternativa Norte y el nuevo acceso al hospital, se ha ido deteriorando mientras se prometía una repavimentación. Al día de hoy, con el tránsito del transporte urbano de pasajeros y sin iluminación nocturna, alcanzó un altísimo nivel de peligrosidad. Los vehículos usan un solo carril ensanchando cada vez más las banquinas de ripio para evitar encontrarse de frente.

Desde que se inició el período de lluvias y nieve, los conductores que transitan por estas rutas insisten en que nunca han estado peor, pero la desidia permanente hace que esta situación se siga profundizando, haciendo cada vez más difícil encontrar palabra para explicar la situación.

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