La Ruta 7, frenada por una deuda

La Ruta 7, frenada por una deuda y la incertidumbre de un nuevo presidente
La obra de 8,5 kilómetros se «neutralizó» en septiembre con el paro activo de la obra pública. La empresa pide $500 millones en medio de las elecciones.

La obra de la Ruta 7, de cuatro carriles y que es parte del corredor petrolero de Vaca Muerta, quedó frenada hasta que haya un nuevo presidente de la Nación en las elecciones 2023. Hay una deuda de $500 millones, los trabajos están casi terminados, pero la empresa desarmó el obrador.

Más allá de quien gane el 22 de octubre, lo cierto es que la obra no se va a retomar a corto plazo, a menos que pase un milagro inesperado en este contexto de crisis: el desembolso de ese dinero que está pidiendo la UTE CN Sapag y Rovella-Carranza, por determinación de precios y el pago de los certificados de obra.

La obra tuvo un presupuesto oficial de $650 millones a principio de 2021, y con las expropiaciones, el cambio en el proyecto y la inflación, en estos días la obra supera los $4500 millones. Costó siete veces más que lo calculado en la pandemia.

La duplicación de la Ruta 7 viene con trabajos hace tres años en medio de la pandemia. Foto: Sebastian Fariña Petersen
La duplicación de la Ruta 7 viene con trabajos hace tres años en medio de la pandemia. Foto: Sebastian Fariña Petersen

El tema llegó hasta la política. El diputado nacional de Juntos por el Cambio en Neuquén, Pablo Cervi, pidió que la Cámara de Diputados declare la necesitad de que se termine la obra, y solicita que se giren los fondos desde el ministerio de Obras Públicas, que preside Gabriel Katopodis.

Ruta 7: el inesperado abandono
“Esta obra es crucial para aliviar el intenso tráfico que recibe esta vía, especialmente de vehículos de carga, personal petrolero, vehículos particulares y servicios turísticos. La obra incluye la construcción de una nueva rotonda en la intersección de ambas rutas”, explicó el diputado Cervi.

El escenario fue confirmado a LMNeuquén por fuentes que tienen acceso al contrato, quienes sostuvieron que técnicamente la obra no está frenada. Es decir, que Vialidad Nacional la “neutralizó” para que no corrieran los plazos, hasta nuevo aviso.

“Es como si hubiese una veda climática, pero la verdad es que no pagaron y no van a pagar hasta que haya un nuevo presidente después del 10 de diciembre”, indicaron.

La obra está en un 95% de ejecución, con los 8,6 kilómetros que hay entre la tercera rotonda de Centenario y el cruce con la Ruta 51. Está en ejecución desde inicio de 2021, en plena pandemia, donde se tuvo que correr hasta un gasoducto, que obra que la está ejecutando Hidenesa por más de 140.000 dólares.

En la calle 11, en el trazado de la Ruta 7, había un obrador que se desarmó desde el 15 de septiembre pasado. Había máquinas, que estaban terminando un parte de la rotonda de Vista Alegre, pero ya no están más.

El “paro activo” nacional
La fecha en la que se “neutralizó” la obra coincide además con un dato más que extraño, que es el “paro activo en defensa de la obra pública”, convocado por el mismo ministro Katopodis el 12 de septiembre. Esa medida rigió para todo el país, debido a los anuncios de campaña de recortes estatales, que en términos de trabajadores llegaba unos 500 mil en todo el país. Fue un dato más del contexto de la campaña presidencial de Sergio Massa.

Pero lo extraño es que después de ese “paro activo”, la obra de la Ruta 7 nunca más se retomó. Incluso hasta hubo un conflicto con un chacarero de la calle 10, que pidió que no cortaran un pino de 100 años que había plantado su abuelo, un fundador de Centenario.

La obra de la Ruta 7 para duplicar la calzada se viene gestionando desde el inicio del boom de Vaca Muerta. Era una calzada con un trayecto apacible, hasta el 2015, cuando se volvió incontrolable el tránsito de camiones, equipos de perforación, tanques y combis que forman parte del tráfico petrolero a Vaca Muerta.

Con el tiempo la calzada se rompió y los chacareros que estaban alrededor de la ruta, empezaron a ofrecer servicios a Vaca Muerta.

Expropiaciones y ruta alternativa
La comunidad de Centenario se plantó ante ese flujo monstruoso de vehículos y pidió hacer una nueva ruta por la meseta. Las gestiones tardaron años y hace un mes se inauguró la Ruta 67, que hace conexión desde la Autovía Norte hasta la Ruta 51, con un trayecto de 19 kilómetros de asfalto.

El trayecto algunas modificaciones a lo largo de la historia. En principio, hubo una política entre el intendente Javier Bertoldi porque el proyecto iba a tocar un paseo aeróbico de 800 metros, que avanzó sobre tierras de Vialidad Provincial. Se trata del paseo Néstor Kirchner, en homenaje el fallecido ex presidente, gestión en la que Centenario se benefició con sendos aportes para obra pública.

Bertoldi había pedido que ese paseo ni los eucaliptos no se toquen, y Vialidad Provincia, en conjunto con el gobierno nacional, modificaron el proyecto. Las consecuencias de ese cambio fue que la ruta no tiene banquinas entre la segunda y tercera rotonda.

Respecto a las expropiaciones son alrededor de 10 propietarios de 11 chacras que hay camino desde Centenario a Vista Alegre, por donde pasa la nueva calzada. Vialidad pudo hacer convenios con los dueños para continuar con la obra. Incluso la Municipalidad le pidió en su momento a algunos frentistas, que “cedan espacio” para la ruta.

En principio, según habían informado desde Vialidad Provincial había 24 lotes en la traza afectados por la obra y se logró –por la modificación del proyecto- sólo afectar a 11.

Solo un solo chacarero se resistió a firmar y fue a un juicio de expropiación. Es un antiguo pionero de la ciudad, que custodia el pino de su abuelo Santo Della Gáspera, plantado hace 100 años, precisamente cuando comenzó la fundación de Centenario.

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