Línea F del subte porteño: anuncian una ambiciosa obra que aún no tiene fecha de inicio, pero ya proyecta transformar la Ciudad

El proyecto de la Línea F del subte, que conectará Barracas con Palermo a lo largo de 9 kilómetros y 11 estaciones, fue anunciado por el Gobierno porteño como una de las obras de infraestructura más significativas para el sistema de transporte de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque todavía no comenzó el proceso licitatorio, las autoridades afirman que se trata de una iniciativa estratégica y de gran envergadura, cuyo inicio de obras está previsto para 2026.

La nueva traza está diseñada para integrarse con cinco líneas existentes del subte (A, B, C, D y H), así como con el ferrocarril Roca, lo que permitirá descomprimir y redistribuir la demanda en el sistema, que actualmente transporta cerca de 800.000 pasajeros diarios. Con esta ampliación, se estima que 300.000 nuevos usuarios diarios accederán a un transporte más eficiente, con mejor cobertura territorial.

Entre los beneficios esperados, se destaca una mejora en la conectividad interbarrial y una reducción en los tiempos de viaje. Además, la Línea F se plantea como un eje fundamental en la modernización del transporte subterráneo, acompañando el crecimiento urbano y la densificación del parque automotor porteño.

El anuncio ha generado polémicas, ya que aún no se conocen detalles técnicos concretos ni cronograma preciso para la licitación, prevista para este año. Sin embargo, desde el Gobierno de la Ciudad se defienden asegurando que “toda obra importante comienza con una planificación clara y un anuncio responsable”, respaldados en los antecedentes de ejecución como el Metrobús, el Paseo del Bajo y la obra hidráulica del arroyo Maldonado.

Este tipo de proyectos, de gran complejidad técnica y presupuestaria, suele requerir múltiples etapas de desarrollo: estudios de suelo, análisis de impacto ambiental, planificación de interferencias de servicios y coordinación con organismos nacionales, entre otros. Por el momento, las autoridades insisten en que la Línea F es un compromiso concreto y no una simple promesa electoral.