Entre licitaciones y parate

Entre licitaciones y parate : cómo fue la obra pública del primer semestre

El Gobierno lanza proyectos, pero los constructores piden actualizar los montos de las obras

En el Gobierno aseguran que realizan «una licitación por día hábil» y que están impulsando la obra pública a todo motor. Los empresarios y la Uocra, en cambio, describen un escenario más sombrío y coinciden en que el sector está prácticamente paralizado. El motivo: los ministerios pagan en término, pero los giros no alcanzan para ganarle a la inflación. «Nos pagan ocho, pero a la hora de comprar materiales o pagar sueldos, tenemos que desembolsar diez. La ecuación no nos cierra», se quejaron en la Cámara Argentina de la Construcción (CAC).

La mesa tripartita entre el Gobierno, los grandes empresarios y el gremio de la construcción ya se reunió dos veces en las últimas semanas para tratar el problema de la redeterminación de precios. La mayor preocupación es darle continuidad a las obras en curso heredadas de la gestión anterior. Según coinciden todas las partes, el kirchnerismo cortó el flujo de dinero a la obra pública en septiembre del año pasado, cuando ya tenía un pie afuera de la gestión.

Con el trajín del traspaso de mando, los proyectos permanecieron paralizados por varios meses. Eso, sumado al shock inflacionario de fin de año, derivó en un panorama complejo. «Los privados, para reactivar las obras, están reclamando montos al Gobierno que podrían generar un agujero en las arcas del Estado», señalaron fuentes oficiales a LA NACION.

El Gobierno licita y espera que el sector se reactive a todo motor

En diálogo con este diario, el secretario de Obras Públicas, Daniel Chain, señaló: «Les manifestamos a los empresarios que nosotros les daremos la redeterminación de precios que corresponde por ley. Si a ellos se les rompió la ecuación económica y no les dan los números, planteamos que habrá que rescindir el contrato y volver a licitar. Tiene que haber competencia».

Desde la CAC, explicaron: «El problema es que, con la alta inflación, la redeterminación de precios no representa la realidad del mercado. Entre septiembre y febrero la obra pública estuvo totalmente paralizada, pero para los privados siguieron los gastos por vigilancia y por los seguros de las obras. Por eso, hoy hay niveles de ejecución muy bajos, lejos de una marcha acelerada».

Entre las grandes obras que -según la CAC y los gremios- están frenadas se encuentran Atucha III (donde la Uocra denunció 2400 despidos), la Usina de Río Turbio, en Santa Cruz (que fue auditada por sospechas de corrupción y también está en conflicto con los trabajadores), la central termoeléctrica de Ensenada y varios planes de viviendas sociales en las provincias.

La Uocra alertó: «Hay mucha actividad administrativa pero no se ejecutan las obras. Eso se traduce en pérdida de miles de puestos de trabajo y en suspensiones del personal». Para ese gremio, la obra pública significa un 40% de su actividad, mientras que el resto corresponde a la construcción privada.

Según el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), que elabora el Indec, en junio se registró una caída del 19,6 por ciento. Los pedidos de asfalto, claves para proyectos de vialidad pública, se desplomaron un 45% en el primer cuatrimestre.

«Una obra por día»

Chain insistió en que en los próximos días se registrarán inicios de obras nuevas, licitadas por Cambiemos y a un ritmo rápido. «Estamos concursando una obra por día hábil y desde hace un mes hasta dos obras por día. Veremos un volumen de operación importante en las próximas semanas», aseguró.

LA NACION solicitó un listado de las obras públicas más importantes licitadas en el primer semestre. Desde Obras Públicas y Aysa enumeraron la construcción de calzadas y desagües en Chaco, como parte del Plan Belgrano, obras para evitar inundaciones en Concordia, la puesta en valor de la Basílica de San Francisco y de la Iglesia de San Pedro Telmo en la Ciudad, la puesta en valor de casa natal de San Martín, en Yapeyú, y más de una decena de obras hidráulicas de Aysa ya adjudicadas en el Gran Buenos Aires.

En el Ministerio de Transporte, encabezado por Guillermo Dietrich, informaron que desde Trenes Argentinos se licitaron 25 proyectos por un monto de $7193 millones en lo que va del año, incluyendo la renovación del Ferrocarril Belgrano para el norte del país. Vialidad Nacional, en tanto, licitó nueve proyectos de envergadura por $ 14.227 millones, incluida la relicitación de la ruta nacional 3. Se trata de la vía que tenía a su cargo Austral Construcciones, de Lázaro Báez, y que está siendo investigada por sobreprecios y falta de ejecución.

El Gobierno resaltó que, más allá del nivel de actividad, se dará un cambio en las modalidades de la obra pública «con mecanismos de licitación y adjudicación competitivos», una manera de contrastar con las sospechas de corrupción que dejó el gobierno de Cristina Kirchner. Esta semana, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, presentó en el Congreso el proyecto de «transparencia y buenas prácticas de la obras pública» para implementar «un nuevo modelo de ejecución y control».

Agregaron que los pliegos de las obras están en Internet, gratis y a la vista de todos. «Estamos estudiando muchas más ofertas y consiguiendo mejores precios. Hemos disuelto el famoso club de la obra pública», se confiaron las fuentes gubernamentales.

Aunque en el Gobierno aseguran que han contratado a «empresas de todo tipo», todavía no se conocen quiénes son los beneficiados por los proyectos de Cambiemos: las obras de Transporte todavía no fueron adjudicadas y en Obras Públicas no detallaron los ganadores de los concursos que ya culminaron.

 

 

Fuente: La Nación

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