La obra pública se transforma en el motor de la maquinaria electoral

La Nación congeló en 2016 obras en ejecución con la excusa de irregularidades. Este año promete poner en marcha un Plan Trienal ambicioso.

Recorrida. Macri anunció que va a encarar este año «el plan de infraestructura más ambicioso de la historia». Las elecciones y la recesión lo corren.

Es una regla no escrita de la política argentina desde el retorno de la democracia. En los años impares, no puede faltar la obra pública. Por elecciones de medio término o de recambio presidencial, cada dos años se revalida o se limita una gestión a nivel municipal, provincial o nacional. Entonces, la inversión en obra pública pasa a ser más determinante que cuando no se vota. Y 2017 no parece ser la excepción. Es que el año último, el macrismo congeló buena parte, aduciendo irregularidades en la adjudicación de proyectos durante la etapa previa. Sumado al parate industrial y la caída del consumo, ese freno de la inversión por parte del Estado nacional fue otra de las causas de la recesión en 2016.

Para este año, se promete un boom.

De acuerdo a lo dicho por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al presentar el presupuesto 2017 en el Congreso de la Nación, lo que viene será el «más ambicioso plan de infraestructura de la historia». Se espera poner en marcha un programa trienal, que apunta a la infraestructura de salud, educación y vivienda. Para el diputado nacional de Cambiemos, Luciano Laspina, «Santa Fe será la provincia más beneficiada por el plan de infraestructura de Mauricio Macri, porque estamos en el corazón de la cadena de producción del país». Con un tenor similar, habló el presidente de la Nación al visitar la capital provincial.

Con plata nacional

Consultado por La Capital, Laspina refirió a un monto superior a los 22 mil millones de pesos en obras. Sin embargo, en el presupuesto nacional 2017 votado por el Congreso los trabajos para este año se estiman en un costo preliminar de 5.187 millones. Para llegar a la suma mencionada por el legislador de Cambiemos, se debe sumar lo que se gastaría durante 2018 y 2019, hasta finalizar cada proyecto del Plan Trienal.

La más destacada en el listado para Santa Fe _de este Plan Trienal_ es la rehabilitación del tren Mitre de cargas. Un proyecto que se había iniciado durante el gobierno kirchnerista, mediante acuerdos con China. La gestión anterior había prometido una inversión de 2.500 millones de dólares, entre aportes del Estado nacional y financiamiento chino, para todo el país. Buena parte del recorrido del viejo Belgrano Cargas, pasa por la provincia. Pero el año último, aquella iniciativa se paralizó.

En 2017, siempre según el Presupuesto que aprobó el Congreso, se le asignan 1.500 millones de pesos a la etapa santafesina de los trabajos.

También con fondos desde la Nación, se esperan mejoras en las rutas 34, 33 y A012, por 693 millones de pesos. Otra obra de infraestructura prevista es la conexión entre Santa Fe y Santo Tomé, con 150 millones. En Rosario, lo más importante que se prevé hacer con dinero del Estado nacional son obras en la Ciudad Universitaria de Rosario, por 100 millones de pesos.

Reparto cuestionado

Tras la visita de Macri a Santa Fe, la diputada nacional del Frente Progresista, Alicia Ciciliani, cuestionó: «Dicen que nuestra provincia es la más beneficiada, pero no dan cifras. ¿Dónde y cuándo se van a hacer las obras?», preguntó.

La diputada identificó la obra pública que corresponde a Santa Fe en el presupuesto 2017 y verificó que algo más de 5 mil millones de pesos, el 5,5 por ciento del total nacional previsto para este año, de 104 mil millones de pesos. «Menos de lo que nos corresponde por coparticipación, que debería ser el 8,3 por ciento. Y mucho menos que Ciudad Autónoma o la provincia Buenos Aires», afirmó Ciciliani.

La legisladora recordó que en junio de 2016, por vía de un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), Macri reasignó partidas para obra pública por 98 mil millones de pesos, de los cuales apenas 400 millones correspondieron a Santa Fe. «El grueso de las obras son para CABA y el Conurbano bonaerense. Incluso se asignaron por decreto 12 mil millones de pesos para el soterramiento del Sarmiento, que lo va a hacer la empresa del primo del presidente. La estación central que van a hacer abajo del Obelisco cuesta 45 mil millones de pesos, es el triple de lo que va a percibir la provincia en los próximos tres años».

La deuda con Santa Fe

Desde el gobierno provincial, por su parte, se plantea la urgencia de cobrar la deuda histórica de Nación por los fondos de la coparticipación. En noviembre de 2015, la Corte Suprema falló en favor del reclamo santafesino y ordenó la devolución de 23.500 millones de pesos retenidos indebidamente por Nación en tiempos del kirchnerismo. Sin embargo, a más de un año de aquel fallo, el macrismo no cumplió el fallo de la Corte. Desde la provincia se reclama que, actualización mediante, se deberían enviar remesas por no menos de 40 mil millones de pesos. Mientras tanto, el tiempo pasa y la deuda no se paga. Con esos fondos, el gobernador Miguel Lifschitz apostaba cuando asumió por una explosión de obra pública, que todavía los santafesinos no pudieron sentir.

En medio de las dilaciones, el Poder Ejecutivo provincial solicitó en la Legislatura emitir deuda, para ejecutar obra pública. Con apoyo del peronismo en ambas cámaras, consiguió la aprobación para endeudar a la provincia en 500 millones de dólares. El diputado Carlos del Frade, del Frente Social y Popular, que se opuso en la votación, afirmó que «la toma de deuda fue con los mismos tres bancos que habían arreglado con el macrismo, como son el HSBC, el Citi y el JP Morgan. Por eso decimos que es más un negocio para los bancos que una necesidad provincial». A su juicio, «se podría haber hecho una reforma impositiva real que gravara más a los exportadores, pero se eligió el camino endeudamiento».

Según dijo el legislador, «cuando llegó el turno de la supuesta reforma, el gobierno provincial volvió a dejar afuera del pago a las grandes entidades patronales, gestoras de una verdadera contra reforma impositiva en la provincia. Y en forma paralela, anuncia ahora aumentos por encima de la inflación en el agua y la luz».

 

Obras previstas

Un área clave para el desarrollo de la obra pública en Santa Fe es el Ministerio de Infraestructura y Transporte de Santa Fe, que preside José León Garibay. Desde allí se informó que en 2017 habrá trabajos que parten de un presupuesto de 11.220 millones de pesos, de los cuales 6.228 millones corresponden a trabajos de Vialidad; 1.098 millones a mejoras de Aguas Santafesinas y 3.847 millones al área de Infraestructura y Transporte.

«El gobernador Miguel Lifschitz tiene como uno de sus ejes de gestión la infraestructura en la provincia, este año vamos a invertir 25 mil millones de pesos en el territorio, hemos incrementado el presupuesto fuertemente en este punto y además solicitamos un endeudamiento de 1.000 millones de dólares. Por el momento tenemos la autorización de utilizar los primeros 500 millones y estamos trabajando en eso», dijo Garibay.

Según el funcionario, «tenemos en marcha un plan de mejoramiento vial, estamos realizando obras hídricas en gran parte del territorio, infraestructura urbana y grandes acueductos en toda la provincia».

En el rubro de trabajos de vialidad, sobresalen los 3.733 millones de pesos serán para pavimentación de rutas; 247 millones para mejoras en accesos; 126 millones para obras en puentes y 158 millones para accesos. De ese monto, la más beneficiada es la ruta 22, en el norte santafesino, con obras por 546 millones de pesos.

Por su parte, para ampliación de la red cloacal está previsto un monto de 98 millones y otros 83 millones, que se suman del Fondo de endeudamiento que aprobó la Legislatura por pedido del Ejecutivo. Ese mismo fondo estima mejoras en la transitabilidad por 380 millones y obras hídricas con un presupuesto estipulado de 1.326 millones de pesos. En este último rubro, se promete celeridad en los trabajos, luego del recambio de funcionarios tras las inundaciones.

Para indicar la prioridad de la obra pública, Garibay planteó a modo de comparación que la partida presupuestaria que tuvo 2016 su ministerio fue de 9.663 millones de pesos, mientras que para este año está previsto un crecimiento del 89 por ciento, para llegar a 18.304 millones.

 

El impacto en Rosario

La intendenta Mónica Fein aseguró: «Venimos de un año no electoral, en el que justamente triplicamos la obra pública de 2015, lo que demuestra nuestro compromiso con cada barrio de la ciudad. En 2017 seguiremos avanzando con más obras de cloacas, pavimento definitivo y obras de infraestructura que son vitales para los rosarinos».

El presupuesto total del municipio previsto para el año 2017 es de 13.258 millones de pesos. De ese monto, se destinarán para obra pública con financiamiento propio 2.058 millones de pesos, que tendría un efecto indirecto de ingresos para los proveedores del sector de la construcción y una mejora del consumo en la ciudad. De allí que el impacto total previsto es de 4.565 millones.

Fein adelantó que insistirá en el Concejo con el proyecto de endeudamiento. «Estamos convencidos de que es el camino para ir más rápido en obras muy necesarias. Nosotros queremos que cada barrio tenga todas las obras que se merece y para eso necesitamos más recursos. Vamos a dialogar con todos los bloques y buscaremos una alternativa abiertos a las propuestas que puedan surgir. No tenemos problemas que haya un organismo de control de obras, porque para eso queremos los recursos», dijo.

En cuanto a la interacción con los otros niveles de gobierno Fein advirtió que hay buena sintonía con la provincia «y se espera hacer lo mismo con Nación, donde estamos a la espera de varios proyectos que hemos presentado».

En la presentación del Presupuesto de la Municipalidad para este año, se hizo la sumatoria de la obra pública prevista para Rosario por los tres niveles de gobierno (Nación, Provincia, municipio) que arroja un monto de 4.050 millones de pesos, que alcanzan sumando el impacto indirecto en proveedores y mejora del consumo, de 8.983 millones. En el desglose, en Rosario se prevén obras de cloacas por 290 millones de pesos y en desagües pluviales por 310 millones pesos. La meta es tener hacia fin de año el 91 por ciento de la ciudad con cloacas.

En pavimento habrá 483 millones para zonas alejadas del centro y 187 millones para la llamada zona histórica de la ciudad. En cuanto a las avenidas y accesos, la inversión prevista ronda los 1.129 millones de pesos. En total, habrá mil cuadras con nuevo pavimento y el resto serán trabajos de refacción.

En asentamientos irregulares, el municipio estimó invertir 604 millones durante el año, para intervenir en 30 barrios de la ciudad. Y en cuanto a parques y plazas, lo invertido en luminarias, arbolado, juegos, contenedores y otros rubros, serán 417 millones de pesos. Habrá trabajos en 12 espacios de la ciudad.

Para muchos una propuesta innovadora en el último tiempo fue la de Plan Abre, apuntalado por la provincia y con intervenciones en Fonavis y asentamientos irregulares. Para Rosario, a fines de diciembre se había anunciado un paquete de 336 millones de pesos a ejecutar este año, con la prioridad puesta en asentamientos irregulares, apertura de calles, ejecución de obras de iluminación, construcción de senderos, desagües pluviales, mejoramiento de espacios comunes, arbolado y obras viales.

Los fondos serán destinados a los barrios 7 de Septiembre, Municipal, Latinoamérica, Rucci, Supercemento, Plata, Toba, El Eucaliptal, Industrial, La Palmera, Tío Rolo, Villa Banana, Barrio Itatí, Los Pumitas, Cordón Ayacucho, La Cerámica y Santa Lucía. Aunque el Secretario de Desarrollo Territorial de la provincia Jorge Elder, aseguró a La Capital que próximamente podría anunciarse una ampliación del plan.

Fuente: La Capital (Santa Fe)

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