Los alemanes aumentan la presión para destrabar la represa Chihuido

Un representante de Voith hizo gestiones con el Gobierno y los empresarios argentinos. Resta definir el contrato de financiamiento.

La visita de Alberto Fernández a Alemania y su compromiso de reactivar la represa Chihuido, en Neuquén, le dieron un inesperado reimpulso al proyecto, al punto que ejecutivos de la empresa Voith Hydro desembarcaron en el país para tratar de avanzar en un acuerdo.

Según supo LPO, en los últimos días representantes de le empresa alemana (que pretende ingresar al proyecto y acercó una propuesta de financiamiento avalada por la agencia de exportaciones alemana Euler Hermes) estuvieron en Argentina para reunirse con autoridades nacionales y empresarios que integran la UTE que ganó la licitación.

Fuentes al tanto de las negociaciones indicaron que Voith envió a Buenos Aires a un grupo de ejecutivos encabezado por Tobías Keitel, miembro del board y vicepresidente ejecutivo de la compañía. El grupo mantuvo una larga reunión con el secretario de Energía, Sergio Lanziani.

El directivo alemán también se reunió con los dos empresarios que encabezan la UTE que tiene a cargo el proyecto. Se trata de Eduardo Eurnekian, de Helport; y Hugo Dragonetti, de Panedile. Las otras firman que integran la UTE son Chediack, Eleprint e Hidroeléctrica Ameghino. Por otro lado, los ingenieros de Voith escucharon una explicación técnica de profesionales de Panedile sobre las características del proyecto e intercambiaron opiniones sobre la información adicional que requieren

Por el momento, Voith trabajará en proveer el equipamiento electromecánico del proyecto y en coordinar las gestiones ante el organismo de crédito alemán Euler Hermes, dijeron a LPO las fuentes.

En la UTE argentina hay muy buenas sensaciones ante el entusiasmo mostrado por los alemanes, que además nombraron un gerente que se instalará en Buenos Aires para continuar con las negociaciones.

De todos modos el principal punto de las negociaciones sigue siendo el financimiento de la obra, que tiene un costo de 2.200 millones de dólares. Si bien se trata de una oportunidad interesante de conseguir financiamiento en un contexto de mercados cerrados para Argentina, al mismo tiempo el problema de la deuda complica cualquier nuevo compromiso.

En julio de 2018, los representantes de Voith vinieron al país con la idea de firmar al menos un precontrato (ofrecían un 85 por ciento del financiamiento), pero los funcionarios macristas (ni Macri ni Dujovne los recibieron) rechazaron aportar el otro 15 por ciento por el acuerdo con el FMI. Los alemanes no lo podían creer y se fueron furiosos.

El clima cambió en el reciente viaje de Alberto a Berlín, cuando la comitiva argentina le llevó a Merkel carpetas con proyectos de financiamiento, entre los que se destacaba la represa ubicada en Neuquén. Además, en un encuentro con empresarios, el Presidente le prometió a un ejecutivo de Voith que lo ayudaría con Chhuido.

Fuente: La Politica on Line

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