La corrupción mata pero la incompetencia e inacción en obras viales también mata: Ruta Nacional Nº 7, 9 muertos

El accidente con 9 muertos ocurrió por un conductor negligente. Pero además fue en una zona donde las obras viales se demoran. Para el primer trimestre de este año debía estar todo finalizado.

Dos circunstancias ajenas unidas por la fatalidad: un conductor negligente y la conocida neurosis argentina de la obra pública parsimoniosa. Por un lado, un viaje en camioneta hacinado y delirante, con 15 personas a bordo, varias de ellas viajando en la caja, chicos incluidos. Por el otro, una ruta con aspiraciones de autopista en lenta metamorfosis. El accidente a la altura de Carmen de Areco (donde este domingo murieron 9 personas), precisamente en la intersección de las rutas provincial 51 y nacional 7, puso de relieve los burocráticos tiempos de las obras de vialidad, en especial con los cambios de gestión.

Porque para este primer trimestre del año debía estar terminado, con la forma de una fluida autopista, el tramo de 190 kilómetros que separa Luján de Junín, provincia de Buenos Aires. Sin embargo, sólo se terminaron 31 kilómetros, o sea el 16% del total. Otros 81 kilómetros están en ejecución. Y 78 kilómetros están como estuvieron siempre: sin obras.

La camioneta superpoblada del dramático accidente (5 de los 9 muertos son chicos) circulaba por la ruta 51 e intentaba cruzar la ruta 7, escenario de muchos accidentes viales, “aunque no tanto en el cruce con la 51 como en la intersección con la 41”, admitió Marcelo Skansi, intendente de Carmen de Areco.

Fuentes de la Dirección de Vialidad Nacional admitieron que “hay una demora”. Es que, tras su asunción en 2015, el presidente Mauricio Macri se había puesto como meta dentro de sus primeros cien días de gobierno inaugurar al menos una parte de la postergada autopista. Y así fue: en marzo de 2016 dio por terminado el tramo de Luján a San Andrés de Giles, casi finalizado desde la gestión anterior.

Pero aunque en marzo de 2019 se esperaba tener toda la autopista lista, esos 31 kilómetros siguen siendo los únicos que están terminados.

En Vialidad aseguraron que “hay 81 kilómetros en ejecución y 78 que están sin comenzar por un problema con la empresa que tenía la licitación”. Los tramos “en ejecución” van de Junín a Chacabuco, por un lado, y de San Andrés de Giles a Carmen de Areco, por el otro.

La empresa “incumplidora”, si cabe el término, es UTE, integrada por Homaq S.A, Dos Arroyos S.A y UCSA, a la cual se le adjudicó, en la segunda mitad de 2016, el tramo que une Carmen de Areco con Chacabuco.

Nadie pudo explicar acabadamente el conflicto. Clarín se puso en contacto con Homaq SA, quienes dijeron que ya están “desentendidos” de esa licitación y por eso no podían dar detalles. Pero admitieron que tuvieron que rescindir el contrato por problemas económicos. En Vialidad, a su vez, sostuvieron que “se trató de negociar y de sostener el contrato, pero no se pudo y ahora, cuando se termine de rescindir (la desvinculación está en pleno proceso) se va a tener que relicitar nuevamente esa fracción de la ruta”.

Lo cierto es que entre 2016 y 2019 no hubo avances, al menos en ese tramo. En Vialidad no pudieron aclarar si habrá alguna clase de medida punitoria por el incumpimiento. Y agregaron que, de todos modos, “las demoras en la concreción de la autopista de la ruta 7 venían desde la gestión anterior”. Esta es la otra parte de la historia.

“Según nuestros registros, todo arranca en 2007, con el decreto 11.006, que determinó que la obra Luján-Junín era ‘de interés público nacional’. Esto se supone que tendría haber acelerado el proceso. Pero la obra recién fue licitada en 2014, siete años después. La realidad es que las obras nunca avanzaron de una manera sostenida y constante. Y nos encontramos con la situación en 2015 donde el avance había sido nulo, salvo en ese tramo de Luján a Giles, donde la obra estaba avanzada, pero paralizada. El Presidente, en diciembre de 2015, se comprometió, y esa parte de la obra efectivamente se terminó en marzo de 2016”, detallaron en Vialidad.

Lo que es increíble es que el accidente ni siquiera ocurrió acabadamente en la zona de competencia de esa licitación “abandónica”. Fue justo en el límite con otra licitación, esta vez por PPP (Participación Público Privada), lo que abre otro capítulo en las idas y vueltas de la problemática ruta 7.

Hablamos de sólo 4 kilómetros, los que van en paralelo a Areco, desde el cruce de la ruta provincial 31 hasta la 51. “Esos 4 kilómetros, no sabemos por qué, quedaron afuera de la licitación inicial de 2014, y por eso en agosto de 2018 fueron adjudicados por PPP”. La empresa en cuestión es Vial Andes 7.

Esto quiere decir que si uno se parase justo ahí, en la intersección donde ocurrió el accidente, vería la mitad del cruce “en construcción”, por ser parte de ese pedacito de autopista (hacia el este). La otra mitad de la 51, hacia el lado de Chacabuco, está sin obras.

¿Quién se hubiera hecho cargo de elevar la autopista 7 o construir los distribuidores adecuados para evitar un accidente como el que ocurrió este domingo? En Vialidad no pudieron dar una respuesta concreta: “Consultamos con los inspectores a cargo y la autopista de Vial Andes 7 va a llegar justo hasta ahí. No es claro cómo va a quedar esa intersección. Habrá que reformularlo en la relicitación del tramo aledaño”.

 

Fuente: Clarín

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Un comentario

  1. Esto es muy claro, sin preguntarse tanto, si la empresa decidio dejar de continuar la obra es por presupuesto , loque pasa esque se tendria que haver hecho una modificacion de presupuesto y estoy seguro que ya estaria terminada , ya que el monto de licitacion era x y los aumentos que hubo modifica todo y seguro no anquerido hacer modificacion de presupuesto , asi hay muchas empresas que estan en la misma situacion en estos momentos.

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